Image: Apología del naufragio

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Opinión

Apología del naufragio

19 diciembre, 2014 01:00

Fernando Aramburu

No todos los días, pero de vez en cuando perder de vista a la masa social nos proporcionaría la ocasión de vivir tranquilos. Antes, un naufragio oportuno podía abrirnos la perspectiva de una isla deshabitada donde respirar en ausencia de contemporáneos. Hoy que están todas las islas ocupadas o al alcance del salvamento marino, cada cual naufraga como puede, sin barco zozobrante y sin temporal. Ganada la playa, la soledad no es el único aliciente. Hay otros por los que con mayor razón algunos nos tiraríamos al agua en alta mar: recrear la civilización humana sin más ayuda que nuestras aptitudes y los materiales suministrados por la naturaleza. Pondríamos nuevos nombres a las estrellas, construiríamos nuestra propia casa, instauraríamos el socialismo individual, reinventaríamos la agricultura, viviríamos sin dinero, sin policías, sin ladrones, sin teléfonos, sin políticos. Quizá, para muchos, el escritorio sea la isla de Robinson Crusoe.