Sabíamos que existían, e incluso habíamos podido leer algunos, pero hasta ahora nunca se habían publicado por separado. Me refiero a los poemas de Hannah Arendt, que acaban de aparecer en francés en un volumen editado por Payot, Heureux celui qui n'a pas de patrie. Sorprende que estos "poemas del pensamiento", no hubieran despertado antes la atención de los editores. Algunos los consideran una parte ‘menor' de la obra fundamental de la filósofa alemana, algo así como las migajas de su pensamiento. Una curiosidad, a lo sumo. Para mí, ‘arendtiano' irredento, supone un acontecimiento editorial.
Este año, como saben, se celebra el 400 aniversario de la muerte de Cervantes y Shakespeare. Gran Bretaña ha organizado Shakespeare Lives, un programa de actividades en 70 países del mundo, aunque, naturalmente, será en su tierra donde los homenajes al Bardo de Avon serán continuos e intensos. Stratford y localidades donde se desarrollan algunas de sus obras de Escocia, Gales e Irlanda tirarán la casa por la ventana este verano. Las comparaciones son odiosas y en este caso más, pese a que contamos, afortunadamente, con la Biblioteca Nacional ("Miguel de Cervantes: de la vida al mito") y con Ron Lalá para amortiguar el golpe. Al final acabará siendo un éxito, aunque no hayamos sabido librarnos tampoco esta vez de la improvisación.
Curiosas las cifras que ofrece el último informe de la consultora Bachtrack. El Mesías de Haendel ha perdido en el último año su posición hegemónica como pieza más interpretada en los auditorios mundiales. La Quinta sinfonía de Beethoven ha consumado il sorpasso. El director más demandado es Jonathan McPhee, acechado de cerca por un grupo de tres renombradas batutas: Rattle, Gergiev y Dudamel. La clasificación de orquestas más activas la encabezan tres estadounidenses: las Sinfónicas de Chicago y San Francisco y la Filarmónica de Nueva York. Tiene lógica: al no haber subvenciones de por medio, cuanto más tocan, más ganan. Aunque una orquesta pública como nuestra OCNE ocupa la duodécima posición mundial, lo que no está nada mal (91 conciertos al año).
Otro día les hablaré del triunfo del dramaturgo José Ramón Fernández en Francia, gracias a Claudie Landy y Rui Frati.