La publicación de la correspondencia completa de Ernest Hemingway es ya un acontecimiento. Acaba de lanzarse en Estados Unidos el tercero de los 17 volúmenes que, como mínimo, dicen que habrá, cuán largo me lo fiáis. Entre las muchas cosas que descubre este tercero, que recorre los años 26 al 29 del siglo pasado, están las dudas del escritor mientras reescribe Fiesta, los avatares de la separación de su primera mujer, Hadley, su decisión de abandonar París... y lo más importante: la demostración de que no hay retrato mejor de un autor tan brillante y fanfarrón como Hemingway que sus telegramas, sus notas, sus cartas a unas y otros que tan bien retratan euforias y melancolías.



También la autobiografía de Mick Jagger es un caramelo para cualquier editorial. Pero el líder de los Rolling ha dicho por activa y por pasiva que no la escribirá. Lo curioso es que ya está escrita. Al parecer, la escribió a principios de los 80, harto de toda la basura que contenía el aluvión de libros sobre él y sus satánicas majestades. Pero a su editor no le atrajo demasiado: era demasiado liviana en materia de sexo y drogas, y ofrecía una imagen muy cabal de la rock 'n' roll star. Todo esto lo cuenta otro editor, John Blake, que dice tener custodiado aquel manuscrito. Y que está deseando lanzar una edición a todo trapo. Sólo le falta el nihil obstat de Jagger, que no se acuerda (o no se quiere acordar) de aquel balbuceo literario.



Entre la denuncia y el silencio cómplice hay un buen techo. ¿A qué espera la ACE Traductores para establecer de manera profesional y definitiva si Mercedes Cebrián ha plagiado o no la versión de Yolanda Morató de Me acuerdo de Georges Perec? Porque las dos pertenecen a la Asociación, aunque una sea mediática y la otra, no.



Los últimos años de la vida de Stefan Zweig siempre me han fascinado. Especialmente su trágica muerte junto a su mujer en Brasil, fin de trayecto para una vida que fue víctima del odio y que le obligó a huir por media Europa (París, Londres...) hasta instalarse en el país suramericano. Esta peripecia existencial e intelectual del escritor austriaco (encarnado por Josef Hader), autor de títulos como Novela de ajedrez o Carta de una desconocida, llegará en abril a nuestras carteleras, de la mano de la actriz y directora Maria Schrader.