Image: La museización del mundo

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Opinión

La museización del mundo

17 marzo, 2017 01:00

Agustín Fernández Mallo

La semana pasada fui invitado a la mesa redonda La creatividad en torno a lo sagrado, Coloquio Internacional sobre Arte Contemporáneo en la Catedral de Mallorca, celebrado en CaixaForum en combinación con La Universidad de las Islas Baleares. Mis compañeros de mesa -moderada por Biel Mesquida- Fernando Castro Flórez y Vicenç Altaió hablaron de aquello que a su entender hoy es el sentimiento sagrado en el arte. Concretamente, Castro Flórez comenzó su intervención con el lema de los billetes de dólar, In God We Trust, y señaló que el hecho religioso no sólo no ha desaparecido del arte sino que las religiones y sus diferentes despliegues culturales se hallan más presentes que nunca. Además de la furia religiosa -ya sea en forma consagratoria o profanatoria- que atraviesa el arte contemporáneo, señaló al capitalismo como la más actual religión, que contiene a todas.

Inmediatamente recordé a Walter Benjamin en El capitalismo como religión, donde dice que el capitalismo es la fe de la modernidad en tanto que es una religión absoluta: el fiel ha de rendirle culto permanentemente, ha de trabajar siempre, y así, para la religión capitalista no es posible distinguir entre festivos y laborables, existe un único e ininterrumpido día de fiesta, que es el trabajo continuo. Es la única religión no orientada hacia una expiación de la culpa, sino a propagar esa culpa indefinidamente; no conoce redención.

Hoy, casi un siglo después, paradójicamente tal religión se consuma no en el trabajo sino en el ocio -las vacaciones no son otra cosa que trabajar para otros-, y en la museización del mundo. La Naturaleza y Twitter son tan artísticos como el MoMA, y la norma dicta que nada en este museo global, so pena de lapidación, puede ser profanado. Qué duda cabe que si algún cometido le queda hoy a las artes y a la literatura es abrir un boquete en ese museo y saquearlo.

@FdezMallo