Dalí total
Montse Aguer
Las exposiciones del año Dalí nos muestran al Dalí total, de acuerdo con las fuentes estéticas y literarias que lo conforman, y al mismo tiempo al Dalí ultralocal, al Dalí que de lo ultralocal llega hasta lo universal, según
ya había escrito Montaigne o había defendido Josep Pla.
Salvador Dalí es un pintor, y, a la vez, un escritor excelente, sus obras completas, que empezaron a publicarse el año pasado, en Destino, nos revelan a un autor fascinante, que va más allá de los convencionalismos del género, con una autobiografía, Vida secreta de Salvador Dalí, que, sin ningún género de dudas, podemos considerar una de las grandes obras de la literatura del siglo XX; con una novela, Rostros ocultos, insólita; un tratado de pintura, 50 secretos mágicos para pintar, que demuestra un gran conocimiento del oficio de pintor; con ensayos sobre arte, por supuesto, pero también con conocimientos científicos de gran complejidad.
La conmemoración del centenario del nacimiento de Salvador Dalí, con una clara vocación nacional e internacional, nació también con la voluntad de impulsar los estudios y las investigaciones sobre su vida y su obra, para evidenciar e, incluso reivindicar, las diversas facetas de Dalí. En este sentido, cabe destacar el impulso desde la Fundación Gala-Salvador Dalí de numerosas publicaciones; el catálogo razonado que ha preparado durante años el Centro de Estudios Dalinianos, del que va a presentarse ahora su primera parte -la clasificación de los óleos de Dalí hasta el año 1930-, imprescindible para conocer y contextualizar su obra; documentales, conciertos…
En el campo de las exposiciones, cabe destacar Dalí. Cultura de masas, que podemos visitar en Barcelona, en CaixaForum, y que, a partir del 22 de junio, se mostrará en las nuevas salas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, que analiza las relaciones tan fecundas del pintor con la incipiente cultura de masas. Nos presenta a Dalí como cineasta, pintor, dibujante, escenógrafo, diseñador, Dalí relacionado con el mundo de la publicidad, con la vida moderna, como referente iconográfico del siglo XX. Esta muestra nos da pautas clave para entender al artista, para entender la relación del arte -y su arte- con el gran público y también a Dalí considerado personaje histriónico, el suyo es un histrionismo elaborado, complejo, en el que vida y obra se mezclan y confunden.
La antológica Dalí que podrá visitarse en Venecia y, ya en 2005, en Filadelfia, nos ofrecerá un recorrido por la obra del pintor: desde sus primeras experiencias artísticas -impresionismo, futurismo, puntillismo, cubismo, etc.- y sus creaciones dentro del surrealismo, hasta las obras correspondientes a su época mística-nuclear y las del último período de su vida, en que sus referencias clave son el mundo de la ciencia y Miguel ángel y Velázquez.
Otras exposiciones, como Dalí. Afinidades electivas, Dalí-Gaudí, la revolución del sentimiento de la originalidad o El país de Dalí, por citar sólo algunas, nos muestran a Dalí en un contexto más general, de acuerdo con las fuentes estéticas y literarias que lo conforman, y al mismo tiempo nos presentan al Dalí ultralocal, al Dalí que de lo ultralocal llega hasta lo universal, según ya había escrito Montaigne o había defendido Josep Pla.
Todos estos actos nos sitúan a Dalí en un contexto determinado: el de las vanguardias y el surrealismo. Dalí ya no aparece como un artista solitario, e incluso descontextualizado: por la evolución propia e individual que irá creando con el tiempo, descubrimos que Dalí no estaba aislado de su entorno, de la evolución del mundo en que vivía, sino que participaba de su tiempo con un bagaje cultural firme y consolidado, tanto de la tradición cultural como de la intelectualidad contemporánea a su trabajo (Picasso, Breton, Duchamp, el expresionismo abstracto, el hiperrealismo…).
Dalí tiene sus primeras "afinidades" con las vanguardias históricas, y posteriormente también con los descubrimientos de nuevos medios de expresión a través de la ciencia y de la técnica, de la cultura de masas, etc., pasando por la recuperación de conceptos como virtuosismo artístico.
El año 2004 puede darnos las claves para entender mejor a Salvador Dalí, obra y personaje, uno de los referentes iconográficos del siglo XX, ya el siglo pasado. En este año la popularidad y el éxito del artista (por reiterativo que nos parezca, es sorprendente la acogida admirativa del público, definida por las colas que en aumento se hacen en el triángulo daliniano) van muy asociados con su reconocimiento. Dalí es inspirador, sugerente, tenemos que conocer los caminos que Dalí había iniciado, algunos de los cuales son algo misteriosos, sobre todo por su tendencia heraclitiana de ocultar los caminos del arte.