Image: Además, es un gran negocio

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Primera palabra

Además, es un gran negocio

por Luis María Anson, de la Real Academia Española

20 septiembre, 2007 02:00

Luis María Anson

Me acuerdo muchas veces de Angel Martín Municio, mi compañero en la Academia. Era un científico de valía indiscutida. Respiraba por los poros de la ciencia. Pero andaba muy lejos de la imagen del sabio despistado y fuera de la realidad. Tenía los pies asentados en la tierra firme y un extraordinario sentido común. Era un hombre práctico con abrumadora capacidad de trabajo. Tuve la suerte de que accediera a convertirse en asesor y colaborador de la sección de ciencia de ABC.
-Estoy trabajando -me dijo un día- en un estudio definitivo para nuestro idioma.
-¿Y eso? -pregunté no sin cierto asombro.
-Es verdad que el español ha desplazado al francés como segunda lengua del mundo. Tras el inglés somos el idioma internacional más hablado. El chino apenas pasa las fronteras del país gigante y además es una parafer-
nalia de dialectos. Cierto es también que más de 43 millones de hispanohablantes en EE.UU están apunto de convertir a la primera potencia del mundo en la segunda nación, después de México, en la que más personas hablan español.
-¿Y decías?
-Decía que en el estudio en el que estoy trabajando, patrocinado por la Fundación Santander, se llega a esta conclusión: la lengua castellana genera económicamente para España el 15 por ciento de nuestro producto interior bruto lo que la instala entre los renglones más destacados de la economía nacional.

Nadie pone en duda que el idioma español es el gran tesoro cultural de nuestra nación, el gran tesoro cultural de los 22 países hispanohablantes. Ahora sabemos además, gracias a la obra póstuma de Martín Municio, que se ha convertido en un formidable negocio y que genera el 15% de nuestro PIB, vertebrando la entera economía nacional. La persecución ciertamente estúpida que sufre el castellano en alguna región española es una muestra del aldeanismo nacionalista decimonónico que ha caído sobre España como una plaga de termitas cantarinas. Desde Estados Unidos, donde 43 millones de personas hablan castellano hasta Filipinas, donde lo hacen 500.000, en todo el mundo, no sólo en las naciones de lengua oficial española, el idioma de Cervantes crece sobre todo entre los estudiantes y supera ya los 406 millones de hispanohablantes. Como idioma nativo, el español está por encima del inglés, aunque la diferencia con esta lengua, que es la de referencia en todo el mundo, resulte abismal. Es un hecho, sin embargo, que en el 12% de los hogares de Estados Unidos se habla español. Univisión, la cadena en lengua castellana, ha superado ya en audiencia a las cuatro grandes en inglés: Fox, BBC, CBS y NBC. La población hispanohablante en Estados Unidos sobrepasará en el año 2050 los 100 millones de personas. Y así estamos ahora, como segundo idioma del mundo y creciendo, mientras la Generalidad catalana presidida por un socialista se esfuerza porque no se hable castellano ni en los recreos de las escuelas y colegios de aquella región española.

Carod Rovira y sus huestes coronadas de espinas trabajan con denuedo extremo para erradicar el castellano de Cataluña, donde se ha llegado a la memez totalitaria de multar a los comercios que mantienen rótulos en español. Eso, por cierto, lo hizo Franco durante la II Guerra Mundial, cuando el dictador español era un entusiasta del Eje, obligando a los establecimientos que utilizaban nombres ingleses a suprimirlos. Recuerdo bien que en el paseo de la Castellana, esquina a la calle Ayala, Embassy fue despojado de su rótulo tradicional para pasar a llamarse Salón de té. En Cataluña se están empleando contra el idioma español las mismas fórmulas de Franco contra la bellísima lengua catalana.

Inutil propósito. Al español no hay quién lo pare. Seguirá creciendo en todo el mundo. Y además de lo que significa culturalmente, se ha convertido también para la economía española en un tesoro de ingresos que, repito, los estudios más solventes cifran en el 15 por ciento de nuestro producto interior bruto. l

Zig zag

Me pareció la mejor película de Garci. Asistí a una sesión privada de Luz de domingo. Es la obra de un maestro. Todo está medido: la ambientación, los diálogos, las expresiones, los ademanes, los silencios, la tensión, la música, la luz. Tuve la suerte de conocer a Buñuel. Fui amigo de Bardem. Lo soy de Berlanga. Conocí a Almodóvar cuando empezaba y a otros muchos directores de calidad. Garci está entre los más grandes. Es la sabiduría en el cine. La violación de Estrella (Paula Echevarría) es una escena de tan fuerte impacto que el espectador sigue la película con temblor hasta el final. Están correctos en la interpretación Paula y Galiana y Carlos Larrañaga y Mapi Sagaseta y los demás, entre ellos mi buen amigo Inocencio Arias, que me envió desde Nueva York el Manas, el gran poema épico del Kirguizistán. Pero sin que suponga demérito para nadie, Alfredo Landa se come crudos a todos, a ellos y a ellas. ¡Qué soberbia interpretación! ¡Qué pedazo de actor! Se merece todos los premios por este papel. No los necesita. Pero se los merece.