El futuro del Galaxy S8 estará marcado por el Galaxy Note 7
Samsung se juega parte de su futuro con el nuevo Galaxy S8 y lo sucedido con el Galaxy Note 7 influirá en la acogida de este nuevo móvil Android.
22 marzo, 2017 20:46¿A qué deberá enfrentarse Samsung con el Galaxy S8 por culpa del Galaxy Note 7? Samsung se juega parte de su futuro con el nuevo Galaxy S8 y lo sucedido con el Galaxy Note 7 influirá en la acogida de este nuevo móvil Android.
Por una parte, la competencia se frota las manos esperando que el famoso incidente ayude a que Samsung no se convierta en el rey de las ventas Android de este 2017. Por otra, son muchos los usuarios que esperan un golpe sobre la mesa del fabricante coreano que acalle cualquier eco del malogrado Galaxy Note 7. Pero recapitulemos en esta historia.
Samsung Galaxy Note 7, uno de los mayores fracasos de los últimos años
El pasado 2 de agosto Samsung presentaba su último teléfono de la gama Note. Después de una generación que no llegó a todos los países habituales, el Galaxy Note 7 representaba la vuelta de este buque insignia a la primera línea y como declaración de intenciones se hizo un salto numérico, situando el 7 a sus espaldas cuando le correspondía el 6.
Durante la presentación todo era perfecto. Sobre el papel era un smartphone de primerísima línea, un hardware a la última, una gran cámara y un diseño realmente atractivo, toda una garantía de éxito. Sin embargo, a lo largo de septiembre y octubre, cuando las primeras unidades comenzaron a entregarse a los compradores, llegaron los problemas.
Al principio parecían casos aislados de explosiones como los que hay con casi todos los teléfonos debido a las baterías de litio, pero los casos aumentaron su frecuencia como para seguir considerándose aislados. Samsung reconoció el problema y actuó deprisa y corriendo para recoger todas las unidades vendidas, corregir el problema de fabricación y enviar nuevas unidades a los dueños. Este proceso fue relativamente rápido pero lo que nadie se esperaba era que esas nuevas unidades siguieran teniendo los mismos problemas.
Finalmente Samsung decidió detener la producción del Galaxy Note 7 y solicitar a todos los compradores que devolvieran sus teléfonos, poniendo fin a uno de los episodios más vergonzosos del fabricante coreano.
Samsung se pone las pilas con el S8
Tanta mala fama ha hecho que Samsung se tome la seguridad muy en serio, ya sea por tratar de descolgarse el sambenito ante la opinión pública o por tratar de evitar que algo como lo sucedido con el Note 7 pueda volver a repetirse.
Por estas razones recientemente anunciaron que todas sus baterías se verían sometidas a un exhaustivo test de ocho pruebas diferentes:
- Durabilidad
- Inspección visual
- Inspección con Rayos X
- Test de Carga y Descarga
- TVOC Test (control de que ningún elemento de la batería salga al exterior de la misma)
- Desmontaje y comprobación del interior
- Test en condiciones reales
- Test AOCV (control del voltaje de la batería en todas las fases de producción)
Por si fuera poco, Samsung ha realizado un ingente esfuerzo en una campaña de publicidad a lo largo del mundo centrada en mostrar al público únicamente sus pruebas de calidad en la fábrica. Todo este dinero en publicidad no ha ido destinado a anunciar ningún producto o servicio, solo ha estado destinado a limpiar la mala imagen que pudo dejar el Galaxy Note 7 en el imaginario colectivo.
Como colofón, los últimos rumores afirman que los coreanos podrían ofrecer un derecho de desistimiento de 3 meses en lugar de los habituales 15 días para disipar todo recelo a la hora de comprar su próximo buque insignia. Si los rumores son ciertos desde luego que no se podrían negar los grandes esfuerzos que está realizando Samsung para resarcirse de sus errores.
La competencia también se centra en la seguridad
Después de tanto escándalo era obvio que la competencia iba a hacer leña del árbol caído y aunque apenas se han comenzado a presentar flagships de otras marcas, LG ya ha hecho gala de una tecnología de tubos de cobre para reforzar la seguridad de sus baterías mientras que Huawei ha concedido numerosas entrevistas afirmando que sus pilas de litio son totalmente seguras.
Y esto es solo el principio, es probable que el resto de marcas también anuncien nuevas tecnologías que hagan hincapié en ello para de robarle parte del pastel a Samsung.
¿Qué consecuencias tendrá esta situación?
Probablemente los principales beneficiados de este escándalo serán los usuarios, gracias al esfuerzo de Samsung por mejorar su imagen y al del resto de fabricantes por tratar de demostrar que en sus teléfonos jamás podrías pasar algo como con el Galaxy Note 7, estamos viendo como la seguridad de las baterías se toma mucho más en serio.
Nunca antes se había hablado tanto de seguridad en los componentes de los smartphones como en este 2017 y esto es una buena noticia porque a pesar de que las baterías de litio ya eran bastante seguras, nunca está de más reforzar la seguridad de un componente altamente inflamable.
¿Y qué pasa con Samsung?
Si hablamos de las consecuencias para Samsung, mi opinión es que sus ventas no se verán gravemente perjudicadas. Los usuarios tienen una buena impresión de la marca coreana y confían en la seguridad de sus componentes, seguramente este caso será tratado de manera similar al Antennagate del iPhone 4, donde a pesar de la evidencia del problema y de la mala gestión de Apple, los usuarios no perdieron su confianza en la marca.
Lo que si que es muy probable, y esto si que es una opinión puramente personal, es que durante las primeras semanas de venta del Samsung Galaxy S8, los medios se hagan eco de cualquier mínimo problema por aislado que sea y se provoque cierto alarmismo, veremos como afronta Samsung esta situación si llega a producirse.
¿Y tú, crees que Samsung ha perdido la confianza de los consumidores?