¿Estamos cerca del fin de los archivos locales en Android?
Con tantos servicios basados en la nube o en servidores de internet, parece que cada vez estamos más cerca del fin de los archivos locales en Android.
25 junio, 2017 17:30Spotify, Google Fotos, Google Keep… Cada vez optamos más por servicios que no necesitan de archivos locales para funcionar. Fotos en la nube, notas en los servidores… ¿Estamos abocados al fin de los archivos físicos?
¿Dónde preferirías guardar las fotos de tu último viaje? ¿En una tarjeta micro-SD con el riesgo de perderla? ¿O en los servidores de Google Fotos en la que estén a salvo? Probablemente te decantarías por la segunda opción, y es completamente lógico. En dichos servidores estas fotos estarían protegidas ante los peligros de perderlas debido a un mal formateo o de una posible pérdida del móvil o la tarjeta SD.
Pero claro, no todo es color de rosa en esta decisión: tu privacidad está en peligro puesto que estás almacenando información en un lugar cuya empresa propietaria puede acceder. ¿Acaba de empezar el fin de los archivos locales en Android? ¿Veremos nuestra privacidad mermada con esto? Lo analizamos.
Primera pista: las tarjetas SD
¿Cuál es la primera pista que nos indica que acabaremos almacenándolo todo en servidores externos? Porque en la telefonía móvil se está perdiendo algo que hasta hace unos años era casi imprescindible, por no decir indispensable. Algo que suplía con creces la falta de almacenamiento que sufríamos en los primeros Androides. Y sí, has acertado. La primera víctima del camino a la virtualización no ha sido otra que la tarjeta micro-SD.
Con el paso del tiempo, todos hemos notado como cada vez más dispositivos dejaban de ser compatibles con tarjetas micro-SD. Si bien hay empresas como Google que en sus dispositivos siempre han renegado de ellas, hemos visto una tendencia clara de dejarlas de lado, al igual que la de suprimir el jack de 3.5 milímetros. Esto fuerza a que queden relegadas a gamas bajas o dispositivos puntuales y que estemos cada vez más forzados a usar servicios en la nube o que no precisen de almacenamiento local. ¿Resultado? Que dependamos cada vez más de estos.
Porque en pos de ahorrar más espacio, es mil veces más cómodo guardar todos nuestros archivos en un servicio que nos ofrece un tamaño de almacenamiento muchísimo mayor. Esto consigue que la comodidad a la hora de acceder a tus datos y usarlos desde tu móvil sea mucho más simple y efectivo, aunque dependas de una conexión a internet para ello. Además, recordemos que en los teléfonos dicha comodidad es primordial, por lo que es algo de inercia pura.
Nada de esperas
Una de las mayores ventajas que poseen estos servicios virtuales es que lo tenemos todo a mano. Es decir, imaginaos por un segundo que todos vuestros vídeos, fotos, canciones están almacenados en una nube y tenéis que formatear vuestro teléfono por un imprevisto. Esto es especialmente significativo si eres un usuario asiduo de las ROMs y tienes que cambiarlas a menudo. De tener estos archivos en forma local, deberás pasarlos todos a un almacenamiento extraíble, luego pasarlos de nuevo al móvil… Con estos servicios de almacenamiento, eso no es problema.
Con un simple golpe de sincronización tendrás al momento todos tus archivos disponibles. Con la copia de seguridad de Google Fotos o de Google Keep tendrás tus notas, fotos o vídeos seguros sin riesgo de perderlos. Partimos de la base de que un móvil es básicamente usado para mirar redes sociales, por lo que además de la conexión, estamos familiarizados con el uso de este tipo de almacenamiento y cobra mayor importancia. Así evitamos la sensación de tener un engorroso trasto tecnológico reemplazándola por el de saber que tienes un dispositivo móvil.
No todo son ventajas
Aunque por supuesto el hecho de que lo tengamos todo a buen recaudo en las entrañas de internet es beneficioso para muchas cosas, tiene sus inconvenientes. Sí, tenemos mucho que ganar con esta tendencia pero por contra algo que perder. Para empezar, tengamos en cuenta el hecho de que son teléfonos, y que a no ser que se pueda dar el caso, no tendremos todo el rato una conexión fiable a internet en todo momento. Estos servicios pueden ser un auténtico caos para tu tarifa de datos, y de no tener una… esto es más un engorro que algo útil.
Como todo, los servicios de almacenamiento online tienen sus cosas malas
Luego está tu privacidad. Literalmente es como si estuvieras guardando un álbum de fotos en la casa de un amigo al que no conoces mucho. Tanto Google, Spotify, o como Apple tienen acceso a todo lo que guardes en sus servidores. Y os sorprendería con creces la cantidad de información que se puede extraer de una simple fotografía o de un vídeo. La información es poder en la red de redes, y te estás exponiendo a que la usen en tu contra.
Además, muchas de las ocasiones en las que hacemos uso de estas redes es para consultar nuestro contenido multimedia. ¿Qué implica esto? Algo muy parecido a lo ya mencionado: los datos que gastas. A no ser que poseamos o una tarifa de datos muy grande o Wi-Fi, si quieres enseñarle ese vídeo tan gracioso que grabaste en aquel estupendo viaje prepárate para gastar unos cuantos megas. Estás anclado al internet que uses, te guste o no.
Esta idea ya se intentó en Android
Como muchas veces, una idea bien explotada se puede transformar mágicamente en un móvil. ¿Videojuegos? Xperia Play. ¿Resistencia? Móviles ultrarresistentes. ¿Servicios en la nube? Nextbit Robin. Un teléfono que me interesó tanto al principio que incluso me lo planteé como móvil personal. Y creedme, no era un mal dispositivo, además de que su funcionamiento era curioso y efectivo. Un móvil totalmente basado en la nube que acabó por desaparecer.
¿En qué consistía este Android? Era, literalmente, un teléfono nube. Estaba en permanente conexión a los servidores de Nextbit y que te otorgaban 100 gigabytes adicionales a los 32 que poseía el dispositivo de forma física. El Nextbit Robin lo llevaba al extremo incluso en las apps. Si estabas un tiempo sin usar dicha aplicación, esta se «desinstalaba» y dejaba de ocupar espacio para alojarse en la nube.
He aquí sus características:
- Processor: Snapdragon 808
- Memory: 3GB RAM / 32 GB onboard / 100 GB online
- Screen: 5.2” IPS LCD 1080p
- Rear Camera: 13MP with phase detection autofocus, dual tone flash
- Front camera: 5MP
- Battery: 2680 mAh
- Dual front facing stereo speakers
- Fingerprint sensor
- NFC
- Quick charging
- Bluetooth 4.0 LE
- WiFi A/B/G/N/AC
- GSM 850/900/1800/1900
- WCDMA 850/900/1800/1900/2100
- LTE Bands 1/2/3/4/5/7/8/12/17/20/28
No murió por ser impopular, sino por que la empresa de ocio gaming, Razer, acabó comprando Nextbit. Puedo decir que es una auténtica lástima que no hayamos visto más este tipo de teléfonos, puesto que tanto su diseño como su idea irradiaban innovación y originalidad. Demostraba que un concepto se podía llevar a otros límites y que no por ello debía ser un fracaso o un mal proyecto. Murió sabiendo que podría haber sentado un precedente, que yo por lo menos celebro que no se haya producido.
A lo local le queda mucho tiempo
Soy un firme defensor de la localidad de los archivos, y puede que nunca deje de hacerlo. Confío en que los móviles y la telefonía deben estar totalmente libres de cargas o condicionantes que lastren nuestra experiencia de usuario. No quiero acabar teniendo que depender de mi conexión a internet para ver mis fotos sólo porque me he quedado sin almacenamiento, y no poder usar mi tarjeta micro-SD. Dentro de poco recuperaré mi teléfono personal, un Nexus 5X sin micro-SD y tendré que adecuarme de nuevo al hecho de tenerlo todo en un mismo sitio.
Al igual que con el jack de 3.5 mm, no quiero más condicionantes para usar mi Android
Me parece muy, pero que muy cómodo tener diferenciados los lugares donde guardo mis cosas personales y los archivos necesarios de mi sistema. En la SD tengo mis imágenes y vídeos y en el almacenamiento interno tengo más espacio para aplicaciones y demás. El peligro de que se estandarice algo como los servicios online de almacenamiento es que no piensan en aquellos que no pueden acceder a una buena tarifa de datos. ¿Tener que depender de mi Wi-Fi para poder ver mis cosas? No, gracias.
Tenemos muchas cosas que disfrutar en la vida, y el tener que ir cargándonos de adaptadores para escuchar música o depender de una conexión de internet para ver nuestros recuerdos es atarnos tecnológicamente y de forma innecesaria. No permitamos que nos impongan cuestiones en nuestra vida tecnológica que puedan limitar nuestras decisiones o que debamos comérnoslas por cuestiones ajenas a nosotros.
No perdamos la razón en la nube.