Super-Fluid, nunca una masa viscosa fue tan adorable.
Los grandes nombres de la industria del videojuego son capaces de atraer a millones de jugadores solo con imprimir su nombre en la portada de un título. Los aficionados aguantamos largas esperas para poder disfrutar de estas obras, pero nos olvidamos que la mayoría de genios actuales pertenecen a la generación del «garaje», y empezaron en esto con pequeños proyectos por los que nadie daba un duro.
La generación actual no tiene estos problemas, gracias a las herramientas existentes, pero aún así sigue teniendo problemas para destacar. La multinaciona Virgin Media organizó un desafío para ayudar a un equipo de jóvenes desarrolladores, que consistía en crear un juego en 100 días. Super-Fluid es el resultado.
Se trata de un juego de puzzles que basa sus problemas en la capacidad del protagonista de cambiar de estado, entre sólido, líquido, y gaseoso. Moviendo nuestro Android de un lado para otro y cambiando entre estos estados tendremos que escapar del laboratorio en el que fuimos creados, evitando a todo tipo de creaciones imperfectas que, tal vez celosas de nuestro poder, parecen tener un odio irracional hacia nosotros. Un día cualquiera en la vida del protagonista de videojuegos, vamos.
Sin duda, el mejor apartado de Super-Fluid es el artístico, con un diseño de personajes de clara inspiración de cómic, y unos escenarios que juegan de manera efectiva con los colores planos y las formas básicas. Teniendo en cuenta que estamos hablando de un juego gratuito creado por unos estudiantes, el nivel es bastante alto, y sin duda es una muestra de lo que es posible con unos pocos conocimientos y algo de apoyo.