Hoy Samsung ha publicado en su página web las primeras estimaciones de ingresos de su división de electrónica de consumo, la que incluye la parte de móviles, y los números son más bajos que los del año pasado.

Los motivos son varios pero la fuerte competencia de sus rivales chinos y las ventas de los terminales de precios más altos se posicionan como los más relevantes.

Ingresos gigantescos pero menos que otro años

La empresa coreana ha anunciado unas ventas por valor de 58 000 millones de won coreanos, unos 44 500 millones de euros.

Si los comparamos con los obtenidos en el primero trimestre de este año, 60 560 millones de won, o con los del segundo trimestre de año pasado, 61 000 millones de won, vemos una clara tendencia.

No podemos deducir de eso que Samsung esté en problemas, pero sí que necesita un revulsivo fuerte, como apunta Park Jung-hoon,  manager de HDC Asset Management  y accionista de Samsung.

Varios motivos explican este comportamiento

En los últimos años hemos visto como las empresas chinas han empezado a apostar por los mercados foráneos para mantener su ritmo de crecimiento. Eso incluye el sureste asiático o Europa, lugares donde Samsung ha sido tradicionalmente muy fuerte.

El año pasado, por ejemplo, Xiaomi le quitó el primer puesto como fabricante de smartphones a Samsung en La India, al menos en lo que a ventas se refiere.

Por otro lado, las ventas del Galaxy S9 no están siendo tan fuertes como las del Galaxy S8, que a su vez no fueron tan fuertes como las del Galaxy S7.

Hace unas semanas reflexionábamos sobre el futuro Samsung Galaxy S10 y cómo debería ser un punto de inflexión para la empresa. Además, la compañía debería tener un dispositivo de gama alta con un precio más contenido, algo que pueda pelear en un rango de precios mas parecido al de los terminales más avanzados de OnePlus o Xiaomi.

Y quizás justo eso sea lo que busca la compañía con esa tercera variante del Galaxy S10 que se espera sea presentada junto a las dos normales en el MWC 2019.