La pandemia producida por el coronavirus y la guerra entre Rusia y Ucrania han dejado una honda huella en todo el planeta. Hay muchos enfoques diferentes, pero ha quedado claro que la dependencia de ciertas empresas es algo peligroso. Por eso, cada vez más compañías anuncian el desarrollo de ciertos productos que, hasta ahora, encargaban a terceros.
Y si hablamos de procesadores, como es el caso, en el sector de la telefonía móvil tenemos muy buenos ejemplos, a los que ahora se suman dos compañías que no son nuevas en esto de crear chips, pero que van a ir un paso más allá.
Qué son los chips AP
la tecnología de microprocesadores es excepcionalmente compleja y hay muchos chips, SoCs y procesadores que sirven para diferentes propósitos.
En los teléfonos móviles inteligentes tienen especial relevancia los AP o Application Proccessors, procesadores que van más allá de lo que un simple microchip hace.
Estos AP se diferencian de los microprocesadores usados para otros dispositivos en que no sólo usan una CPU para el cálculo de tareas, sino que incluyen otros procesadores complementarios, como un chip NPU de inteligencia artificial, uno GPU para los cálculos relacionados con los gráficos, etc.
Todo eso os suena seguro de haberlos visto en múltiples procesadores para móviles, que son AP de hecho.
Además, estos AP suelen estar dirigidos no por un kernel sencillo, sino por un sistema operativo complejo que incluso es capaz de usar aplicaciones. En este caso ese sistema es Android.
Por último, de forma general, los AP suelen tener integrada la memoria RAM, con un proceso llamado package-on-package (PoP), y solo requieren de una memoria de almacenamiento para ser operativos.
OPPO y Samsung están interesados en fabricarlos
OPPO sabe que es mejor poder fabricar sus propios procesadores que depender de marcas como Qualcomm o MediaTek, que podrían cambiar sus políticas de ventas en un futuro.
Es por eso por lo que ha anunciado que está desarrollando un procesador que será lanzado en 2023. Este procesador sería un AP, y no un coprocesador como MariSilicon X, que es un ISP, un chip pensado para el control de la fotografía.
Por su parte, Samsung ha confirmado que desarrollará un procesador propio para sus Galaxy, independiente de la familia Exynos que también vende a otras empresas, como Vivo.
Hay más cosas además del rendimiento
Hay muchos motivos por los que Samsung y OPPO han empezado a desarrollar sus AP, pero el control del procesador es el más importante.
Hemos visto a lo largo de los últimos años cómo las empresas han tenido problemas en ocasiones para controlar el calor generado por sus móviles debido a que los procesadores usaban mucha energía.
Esto es algo que también afecta a la autonomía, un aspecto crítico en productos como los smartphones. Que se lo digan a Samsung.
Apple ha demostrado lo que puede hacer diseñando ella misma los procesadores, en productos como los iPhone, pero también en aparatos como los ordenadores Mac.
Tanto OPPO como Samsung aún carecen del control del sistema operativo que tiene Apple sobre el que corren sus móviles, pero desde luego es de esperar que el rendimiento de sus procesadores sea mejor, en relación a la energía que gastan, que el logrado por otras marcas.
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