Análisis del Samsung Galaxy A80: el móvil que busca ser único
Analizamos el Samsung Galaxy A80, el primer móvil de la empresa con cámara rotatoria y una experiencia muy particular en selfies.
16 julio, 2019 19:05Hace unos meses tuve la oportunidad de asistir a un evento de presentación de Samsung en un viaje muy breve pero que me permitió conocer de primera mano su nueva familia de móviles Galaxy A, que iba desde el Galaxy A10 al Galaxy A80.
Seguro que os suena porque la empresa está invirtiendo en marketing incluso más que con otros terminales más caros. La idea es posicionar toda una gama de productos y ponerla en el punto de vista de los más jóvenes.
Tenemos desde terminales muy económicos como el Samsung Galaxy A10 a otros que tienen precios superiores a los móviles de gama alta de sus competidores. Ahí es donde entra el móvil que hoy analizamos, el Samsung Galaxy A80, un smartphone que ha sido anunciado a un precio de 669 euros.
Para no ser un flagship, un buque insignia, podríamos pensar que es un precio demasiado alto, pero es cierto que la sensación de usar un Galaxy A80 no es la misma que tenemos usando un gama media.
Características Samsung Galaxy A80
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Procesador – Samsung Snapdragon 730.
- 2x ARM Cortex-A73 a 2.2 GHz.
- 6x ARM Cortex-A53 a 1.6 GHz.
- Memoria RAM: 8 GB.
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Almacenamiento.
- Interno: 128 GB.
- SD Card: no.
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Pantalla.
- Tamaño: 6,7 pulgadas Super AMOLED.
- Panel New Infinity Display.
- Resolución: 2400 ×1080 píxeles.
- Relación de aspecto: 19:9.
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Cámara trasera y delantera
- Resolución: 48 + 8 Mpx + ToF (profundidad).
- Aperturas: f/2.0 + f/2.2.
- Otros: LED Flash.
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Otros:
- Conector USB C.
- Sensor de huellas en pantalla.
- Dimensiones: 165,2 x 76.5 x 9,3 mm.
- Batería: 3700 mAh con carga rápida de 25 W.
- Peso: 220 g.
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Sistema:
- Versión de Android: One 9 Pie.
- Capa personalizada One UI.
Un diseño único
Samsung no es la primera empresa que decide poner una cámara rotatoria en un móvil, pero sí ha sido la última, por el momento. Este mecanismo hace que el móvil sea bastante único y provoca caras de sorpresa cuando la gente lo ve.
Dicho elemento permite no tener ningún notch ni muesca en la pantalla, y hace que la experiencia multimedia sea más inmersiva que en otros modelos.
Eso sí, en un par de ocasiones hemos visto cómo el mecanismo ha tardado algo más de la cuenta en cerrarse y si bien nunca ha llegado a quedarse bloqueado, nos hace pensar si no tendremos problemas con el tiempo.
En el frontal llama la atención la carencia de otro elemento: el auricular. El Samsung Galaxy A80 usa un sistema de sonido piezoeléctrico que hace que podamos escuchar a nuestro interlocutor cuando llamamos a través de la pantalla.
Eso sí, este es un smartphone extraordinariamente pesado, con 220 gramos y un tamaño acorde. No está pensado para gente que busque móviles pequeños, pero claro, para eso está el resto de la familia A.
En los laterales tenemos los botones de volumen (a la izquierda) y el de encendido (a la derecha) ¿Y el botón Bixby? Pues parece que Samsung lo ha eliminado, algo que no nos apena mucho. En la zona inferior tenemos la bandeja para dos tarjetas SIM, el altavoz y el conector de carga USB, que además es el conector que usaremos con los cascos que vienen en la caja de compra.
Como es de esperar, este móvil no cuenta con una certificación contra el agua o polvo ya que el mecanismo de la cámara lo impide.
Un buen rendimiento, sin asombrar
Cuando Samsung anunció este modelo no se especificó qué procesador tendría. El motivo es que era uno delos primeros en implementar el Snapdragon 730, un nuevo chip de gama media alta que buscaba ofrecer un gran rendimiento sin necesidad de apostar por la serie 800 de Qualcomm.
La realidad es que el rendimiento no es poco y la sensación de fluidez es notable. Obviamente no llegamos a las puntuaciones de benchmarks de procesadores más potentes, pero tampoco se esperaba.
Jugando, usando aplicaciones exigentes y en definitiva, utilizando el móvil, la sensación que nos da es que estamos ante un terminal que rinde y cumple.
A esto hay que sumar los 8 GB de RAM, una cantidad incluso mayor que la de muchos móviles de gama alta de otras empresas. La memoria interna de 128 GB, no es ampliable, aunque no nos parece un problema grave dado que es difícil que se nos quede corta tal cantidad de almacenamiento interno. Aún así, si la microSD es una obligación, mucho nos tememos que habría que mirar otro smartphone.
Pero pese a implementar todo esto la sensación de velocidad no es la misma que tenemos con otros terminales más baratos.
Este móvil es uno de los primeros de Samsung en incorporar un sensor de huellas en pantalla. Al contrario que los Galaxy S10, no usa la tecnología ultrasónica, sino que es óptico. Esto hace que la velocidad no sea tan alta, y es especialmente llamativo comparado incluso con modelos que usan este tipo de tecnología, como los terminales de OnePlus o Xiaomi.
Samsung debería dar más importancia a esto ya que además aquí es especialmente relevante dado que no hay un sistema de desbloqueo facial usando la cámara frontal, al no haber ninguna. Y sí, acaba contrariando.
En la parte positiva cabe destacar la presencia de la radio FM; algo que nos ha llamado la atención ya que este móvil no tiene jack de auriculares. Sí, es cierto que los auriculares USB C pueden servir de antena, como es el caso, pero pocas veces hemos visto a una marca apostar por el futuro y el pasado a la vez de forma tan clara.
La conectividad de este móvil es buena, digna heredera del Galaxy A9 del año pasado. La velocidad de conexión a redes Wifi es muy alta (unos 400 Mbps en redes de 600 teóricos), dispone de NFC para usar Samsung Pay u otros sistemas de pago móvil, y de Bluetooth 5.0.
Una pantalla excelente en diseño, pero no tanto en uso
Uno de los elementos más llamativos del A80 es un pantalla. No por lo que tiene, sino justo por lo contrario. Este modelo es uno de los pocos smartphones que no tiene una cámara frontal, ya que usa la trasera como cámara para selfies con un complejo sistema mecánico.
A cambio tenemos un panel con esquinas redondeadas y marcos contenidos que no tiene resaltos ni perforaciones, como sí vemos en los Galaxy S10. Hemos dicho que las esquinas están redondeadas, pero hay que remarcar que lo están mucho. Incluso llama la atención.
Eso sí, en este caso no tenemos una pantalla con una resolución enorme y nos quedamos en 2400 x 1080 px, lo que no es que sea poco, pero teniendo en cuenta que la diagonal del panel es de 6.7 pulgadas, podemos imaginar que la nitidez no está a la altura de los S10.
Pese a eso, la pantalla cuenta con tecnología AMOLED y una representación de color más que correcta y, en general, nos proporciona una experiencia de uso en el día a día satisfactoria. Con un pero.
El brillo máximo del panel es de unos 400 nits y en circunstancias como las actuales en Sevilla, es decir, un sol muy potente durante muchas horas, se hace difícil de usar. Esto es un problema para un terminal que esta enfocado en, nunca mejor dicho, hacer fotos y vídeos.
Una cámara que se mueve
Samsung ha implementado un sistema triple de cámaras en este móvil que no hemos visto en ninguno de la empresa antes. Usamos un sensor normal, un gran angular y un ToF.
- 48 Mpx con apertura f/2.0, 26mm (sensor angular), tamaño de sensor 1/2″, tamaño de pixel de 0.8 µm y enfoque PDAF.
- 8 Mpx con apertura f/2.2, 12mm (sensor gran angular), tamaño de pixel de 1.2 µm y enfoque PDAF.
- TOF 3D con f/1.2, 30 mm.
El sistema de cámara incorpora un motor capaz de rotarla para usarla también en la zona delantera. Este motor no es especialmente rápido y aunque tiene un sistema de seguridad cuando el móvil se cae nos da la sensación de que debería haber sido más veloz.
De los tres sensores que hemos mencionado, sólo podemos usar dos de manera manual, el angular de alta resolución o el gran angular.
En condiciones de buena luz los dos nos dan fotos correctas aunque no llegan a despuntar, algo que es llamativo en un móvil de este coste. El sensor principal tiene mucha mas resolución y detalle que el gran angular y se nota, sobre todo cuando ampliamos una imagen.
Cuando pasamos al modo selfie se bloquea la opción de enfoque y se queda el enfoque fijo, detectando las caras pero no permitiendo ajustar la zona donde queremos que la cámara centre el foco, algo que hace que en ocasiones tengamos fotos desenfocadas.
La sensación que nos da es que no es un móvil para disparar rápidamente, sino para hacerlo de forma pausada.
De noche la calidad cae bastante, incluso con el sensor principal, algo que se nota más aún en los vídeos, como comentamos en el siguiente apartado.
La experiencia grabando vídeo ha sido mixta. Por un lado estamos ante un móvil con unas capacidades superiores a la media gracias a la estabilización de vídeo Super Steady y a la posibilidad de realizar desenfoque en tiempo real en video, algo que hasta ahora sólo habíamos visto en los móviles con procesador Kirin 980.
El desenfoque no es perfecto y la estabilización funciona de manera esperada similar a la estabilización usada en otros modelos que optan por el OIS (estabilización óptica de imagen).
En cuanto a los tonos que se graban en el archivo o la calidad de la imagen no tenemos mucho que decir. Lo hace bien y se agradece, al menos de día. De noche la calidad baja bastante al igual que en fotografía.
Sin embargo, cuando usamos las cámaras para grabar vídeo poniéndolas delante la experiencia es mucho mejor ya que deja atrás a muchos modelos, sino a todos, si comparamos los sensores de este móvil con los frontales de la competencia.
La sensación que tenemos es que es un gran móvil para grabar vídeo (aunque inexplicablemente no tengamos el modo Instagram en la cámara como los Galaxy S10) y un móvil normal para hacer fotos.
La batería cumple por la carga rápida
Samsung tiene móviles con una gran batería. Este no es el caso y es que el A80 se conforma con 3700 mAh. Suponemos que el amperaje no es mayor para no subir aún más el peso del terminal.
Eso sí, por primera vez tenemos una carga rápida de 25W en un Samsung, algo que ni los Galaxy S tienen, aunque echamos en falta la carga inalámbrica.
En la primera prueba de autonomía hemos estado usando el móvil mucho en exteriores, con gran uso del GPS, haciendo muchas fotos, muchos vídeos e incluso jugando. Hemos llegado a las cuatro horas y media de batería con 24 horas totales de autonomía.
En la segunda prueba de autonomía hemos estado usando el móvil en interiores para leer y jugar y en exteriores para hacer muchas fotos y vídeos. Hemos llegado a las 5 horas de batería con 24 horas totales de autonomía.
En la tercera prueba de autonomía hemos hecho un uso similar al de la segunda prueba, pero con más tiempo en interior y menos horas de pantalla. Hemos llegado a las 4 horas de batería con 30 horas totales de autonomía.
Buen sonido pero no estéreo
Uno de los detalles que más me llamó la atención de los S10 (incluyendo el S10e) es que disponían de un segundo altavoz en la zona superior, junto al auricular. Aquí esto no se reproduce dado que no hay un auricular en sí mismo, como hemos dicho.
El único altavoz está en la zona inferior, con un sonido bastante claro y potente, pero que no llega a ser espectacular.
En cuanto al sonido de las llamadas, es algo bajo, y en ocasiones se muestra como insuficiente, sobre todo si estamos en entornos ruidosos.
One UI con algunos añadidos
Samsung sigue pudiendo su nueva interfaz gráfica, One UI, y en este caso se hace especial hincapié en la multiventana, dada la diagonal de la pantalla y en los gestos, que son los mismos que en otros modelos.
La fluidez del sistema, las opciones de personalización y la capacidad de respuesta son muy elevadas y detalles como el modo oscuro o el Game Launcher hacen que la experiencia del A80 sea cómoda.
Aún se mantiene la integración con Bixby pero al menos ahora no tenemos el botón físico como hemos comentado antes.
También se nos permite tener dos perfiles de las aplicaciones sociales, con la mensajería dual, o personalizar la pantalla ambiente (Always On Display) con relojes, notificaciones e incluso widgets.
Conclusión: interesante, pero falta pulirlo
La familia Galaxy A de este año de Samsung me ha gustado especialmente. He podido probar el Galaxy A50, el A40 o el A20, y ahora con el A80 toco la parte alta de la familia.
Este terminal me ha dejado sensaciones encontradas ya que aspectos como la potencia o la grabación de vídeo me han gustado especialmente, otros como la pantalla o la sección fotográfica me han parecido correctos y otros como el peso directamente mejorables.
La cuestión es que el precio de este modelo es alto. En la cena de prensa de su anuncio hipotetizábamos sobre el coste. La mayoría asumíamos que saldría a unos 599 euros y si bien el coste ha sido algo mayor, está en la línea.
El problema es que por este precio podemos comprar ya un Samsung Galaxy S10e, un terminal muy diferente pero más compensado. Samsung no se ha equivocado con el A80 (aunque puede mejorarlo) pero ha de ajustar su precio para hacerlo atractivo.