He probado el monitor gaming definitivo: un increíble panel OLED que también sirve para trabajar y como televisor
- El Samsung Odyssey OLED G8 no sólo destaca por ofrecer una experiencia de juego inmersiva, sino que destaca en una una calidad visual sin rival.
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Cuestiones técnicas aparte, los usuarios suelen pedir que a los nuevos monitores puedan darle distintas utilidades. Y es que cuando es imposible disfrutarlo para un uso concreto, lo cierto es que se echa en falta. Precisamente esto no sucede con el Samsung Odyssey OLED G8, un modelo que permite jugar a un videojuego, ver una serie de televisión o incluso utilizarlo para trabajar.
Este monitor se ha convertido en el primer OLED para videojuegos de esta marca que cuenta con un tamaño de 32 pulgadas y resolución 4K UHD. Aunque con la calidad de imagen que ofrece, no es de extrañar que entre las primeras sugerencias, nada más realizar la instalación, se encuentre la descarga de aplicaciones de películas y series en streaming.
En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos podido probar durante dos semanas esta combinación de monitor gaming y Smart TV. Parece complicado que un producto vaya a tener tantos usos sin que resulte confuso llegar hasta ellos. En este caso, se resuelve con tres iconos a la izquierda de la pantalla que agrupan el contenido de una forma bastante intuitiva desde el principio. Aunque también hay una cuarta opción con la que poder buscarlo todo.
Dicho esto, la primera impresión del Odyssey OLED G8 se produce antes incluso de encenderlo con el mando a distancia con el que viene. Y es que su diseño metálico no deja indiferente a nadie. Eso sí, hay que tener un espacio considerable para colocarlo. No por la pantalla en sí, sino por la base de metal que la sujeta.
Una experiencia visual inigualable
Aunque ofrezca distintos usos, no hay que olvidar que se trata de un monitor gaming. Como tal, las exigencias en cuanto a la calidad de la imagen han de ser bastante altas. La buena noticia es que se cumplen con creces las expectativas: la pantalla OLED hace que los colores sean excelentes. Y en las escenas más oscuras los detalles son muy nítidos, al igual que ocurre con las sombras.
Al ser una pantalla mate, la inmersión en el juego es mayor, puesto que está pensado para evitar reflejos en caso de que haya luces brillantes apuntando hacia ella. El hecho de que tenga el procesador NQ8 IA Gen3 también hace que sea imposible ver un contenido de mala calidad, ya que los convierte de la resolución que tenga a 4K.
Además de la experiencia visual, que resulta inigualable, a la hora de jugar también deja buenas sensaciones. Quizás tengan la 'culpa' la tasa de refresco de 240hz y un tiempo de respuesta de 0.03m. Con estas dos características, no se puede esperar esperar ningún tipo de lag durante la partida.
Otras de las ventajas del Odyssey OLED G8 es que se le puede decir adiós a la videoconsola. Y es que cuenta con varios servicios de juegos en la nube (como Luna, Xbox o GeForce NOW) que tienen un gran número de títulos. Aunque no esté incluida la suscripción a ninguno de ellos, se entiende que alguien que se haga con un monitor gaming no tendrá inconveniente en suscribirse, si es que no lo está ya.
Sucede lo mismo con el mando para jugar. La opción más obvia, sin duda, es acudir a uno para consola. Habiendo probado el resto de opciones, cabe decir que la de poder utilizar el móvil, convirtiéndolo en mando a través de una aplicación, no resulta del todo incómoda, aunque quizás no sea la más recomendable si la intención es disfrutar del videojuego.
Es verdad que siempre queda la alternativa de optar por la propia consola, ya que el monitor tiene dos entradas HDMI 2.1, además de dos puertos USB y una entrada DisplayPort. A todo ello hay que añadir que el Odyssey OLED G8 tiene altavoces integrados. Y aunque es evidente que su punto a destacar es la imagen, lo cierto es que la calidad del sonido es bastante buena.
Un todo en uno
También ofrece la posibilidad de convertirse en un monitor de escritorio con el que poder trabajar. La conexión no sólo es sencilla, sino que también se puede hacer de varias formas (con la transmisión del contenido, a través de la aplicación Easy Connection to Screen o simplemente conectándolo a la pantalla mediante HDMI).
Quizás la última opción sea la mejor para evitar el pequeño retardo que se puede dar con las otras. Aunque en ningún caso sería para utilizar dos pantallas a la vez, pues con el Odyssey OLED G8 es como si se estuviera trabajando con dos monitores a la vez.
El Odyssey OLED G8 va acompañado de un mando a distancia —que cuenta con un pequeño panel solar en su parte trasera para poder cargarse—, que demuestra que también puede utilizarse como un televisor. Y aunque ya cuenta con canales disponibles, lo normal es que se le dé este uso con los servicios de vídeo bajo demanda.
Cabe recordar que la principal función de este producto es ser un monitor gaming. Es decir, no se pueden esperar los 2.000 nits de brillo que tienen los televisores de esta misma marca. En el caso del Odyssey OLED G8, el brillo alcanza valores de unos 250 nits.
Al tener integrado el sistema operativo Tizen OS, este monitor incluye Samsung Daily+, que ofrece rutinas de ejercicios personalizadas. Esta aplicación, que también se encuentra en los últimos televisores, es lo que genera la duda final: dónde se debe colocar este monitor en casa.
¿Me lo compro?
Quizás en la pregunta de en qué lugar del hogar se quedaría esté una de las respuestas a si comprarlo o no. Y es que si se instala en el espacio típico del televisor, sería casi imposible poder usarlo como un monitor para el trabajo.
Por contra, si se sitúa sobre un escritorio, tal vez sea más complicado disfrutarlo como televisor (la idea de estar moviéndolo según su uso debería descartarse teniendo en cuenta su tamaño). Aunque puede que éste sea el sitio idóneo, mientras que en el otro se opta por una Smart TV que pueda ofrecer más brillo.
El precio es otra de las consideraciones que hay que tener en cuenta. Aunque no es comparable al de otros monitores gaming, hay que recordar que es un producto que no sólo tiene este uso y que también se podría utilizar como televisor o pantalla para el trabajo. En ese caso, quizás no resulte tan elevado.
En lo que seguramente haya menos dudas es en el diseño. Es un producto que destaca por su acabado metálico, lo cual hace que sea muy elegante a simple vista (independientemente de dónde y para qué se use).