Niños etíopes consiguen hackear tablets Android sin conocimientos en 5 meses
Muchas veces detrás de muchas acciones humanitarias hay un trasfondo, unas historias realmente curiosas. Por desgracia vivimos en un mundo mal repartido y podemos considerarnos muy afortunados de vivir en la parte en la que hay más posibilidades y recursos. Pero a veces hay cosas que ponen de relieve que lo que realmente pasa es que vivimos demasiado acomodados y que tenemos un sistema educativo que realmente no enseña.
Y esto lo digo porque una noticia ha sorprendido y mucho a toda la comunidad Android. La organización de ayuda «One Laptop per Child» (Un portátil por niño) decidió hacer un experimento en dos aldeas de Etiopía, dejando una Motorola XOOM para cada niño en cajas dentro del poblado sin ningún tipo de indicación ni instrucción. Lo curioso es que en 5 meses los niños de las aldeas han sido capaces no sólo de hacerlas funcionar, también de aprender a leer, usar aplicaciones e incluso hackearlas para poder usar la cámara y modificar el escritorio, algo que esta fundación había bloqueado expresamente.
La decisión de realizar este experimento vino dada principalmente por un motivo, y es que querían confirmar algo que ya habían venido observando en las diferentes escuelas en las que repartían ordenadores. La educación que recibían de la manera «normal» les permitía aprender y memorizar, pero no estaba desarrollando lo que realmente sería una educación: aprender por sí mismos, ser curiosos y tener recursos propios.
Por eso pensaron que la mejor manera de probar que estaban en lo cierto era repartiendo las tablets Motorola XOOM con Android de esta manera. Dejaron en las cajas las tablets precintadas, sin ningún tipo de instrucción. Tampoco era muy útil dejar manuales o cualquier otro tipo de documento escrito. Estas aldeas etíopes jamás han visto la letra escrita, ni carteles ni señales algunas. Estos niños jamás vieron un libro, así que mucho menos un dispositivo electrónico. Lo único que se hizo fue enseñar a los adultos cómo funcionaban los cargadores solares que dejaron preparados para la recarga de las tablets.
Nicholas Negroponte, fundador de One Laptop per Child lo explica así:
Dejamos las cajas en las aldeas. Cerradas. Precintadas. Sin instrucciones, sin presencia humana. Pensé, los niños jugarán con las cajas. En cuatro minutos, un niño no sólo abrió la caja, si no que encontró el botón de encender /apagar. Nunca había visto un interruptor de encendido / apagado. La encendió. En cinco días ya estaban usando 47 aplicaciones por niño y por día. En dos semanas, estaban cantando canciones del abecedario (en inglés) en la aldea. Y en cinco meses, habían hackeado Android. Algún idiota en nuestra organización había deshabilitado la cámara. Y ellos descubrieron que tenía cámara, y hackearon Android.
El experimento impresiona ¿verdad? Teniendo en cuenta que más de cien millones de niños no pueden si quiera llegar a obtener una educación de primer grado, sea por la ausencia de colegios o por la ausencia de adultos con estudios mínimos este experimento demuestra que con la inversión de lo que vale una tablet Android los niños son capaces de aprender por sí mismos. Y lo que es mejor todavía, enseñan a sus padres a leer y escribir también.
Quizá sería cuestión de replantear muchos proyectos para los más desfavorecidos, y es que la tecnología puede facilitar mucho las cosas y visto lo visto, una tablet Android puede ser un recurso mucho más valioso de lo que pensamos. A mi personalmente me ha conmovido y motivado mucho esta historia. ¿Qué os parece a vosotros?
Via Dvice
Fuente Original Technology Review (MIT)