Ganó el Real Madrid un partido complicado pero imposible de aburrir al espectador. Antes de que sonara el pitido inicial la afición local se encargó de ponerle música al encuentro con su amado himno. Ovación para un Yusta titular y, entonces sí, comenzaba la guerra en la pista.(Así vivimos el partido en directo).

Y los soldados merengues no lo pudieron hacer mejor en el inicio. Campazzo con dos triples y Thompkins con un lanzamiento desde el centro del perímetro daban al  Madrid las primeras ventajas de la cita. Con una defensa zonal, además, Laso rompía la continuidad gallega. El duelo Pustovyi y Tavares se hacía esperar y rápidamente el madridista hizo dos faltas. El banquillo le esperaba y el Madrid no le echó en falta. Mientras tanto, los de Moncho Fernández dieron la cara y remontaron con la misma medicina merengue: el triple. Simons y Thomas -este muy bien frenado por Rudy- castigaban levemente y ponían el triunfo de su parte (21-18).

Ante la igualdad, el cuadro merengue encontró sus soluciones en el triple y la defensa. Hasta ocho lanzamientos desde el perímetro anotó el Madrid en el segundo cuarto. Buen movimiento de balón que, sumado al acierto, aumentaban sin cesar la ventaja. Carroll se iba hasta los 15 tantos, Maciulis le siguió con ocho y, para colmo, una antideportiva sobre Doncic despertaba al esloveno. El conjunto de Laso se gustaba y maravillaba. Poco que hacer tenían los gallegos mas que admirar la precisión visitante. 37-52 y gracias.

PARTIDO DE VISTO Y NO VISTO

Máxima velocidad. Sin parones ni falta de puntería. La segunda mitad comenzó rápida y con ausencia de pausas. Un 8-0 de parcial daba mucha vida a Obradoiro mientras Rudy trabajaba para replicar y evitar el subidón gallego. Bendzius y Simons tomaron el mando en el perímetro local y así responder con la misma medicina al Real Madrid. Gracias a Campazzo el cuadro merengue volvió a la vida: asistencia a Tavares para el dos más uno y dos tiros libres sin fallo. Pero algo estaba cambiando en Obradoiro. Se estaba calentando el partido para romperlo en el último cuarto. El 7 de 11 desde el triple avecinaba una tarde entretenida (67-76).

SIN MOJARSE EN LA LLUVIA DE TRIPLES

El último cuarto se convirtió en un verdadero festival de triples. Una tormenta en la que el Real Madrid no llegó a mojarse salvando las distancias. Laksa salió imparable por parte de Obradoiro y encontró la réplica en su compatriota Taylor. El sueco merengue reapareció, como ya acostumbra, en la esquina del triple. Ahí sentenció el encuentro poniendo el +10. Sin embargo, antes había frenado los golpes locales con varias defensas y una penetración imparable. Obradoiro luchó contra el tiempo con su puntería pero llegó tarde. Ni con Spires aprovechándose de la ausencia de Tavares en la pintura. Ambos equipos anotaron 36 triples, récord de la historia de la ACB, así como el Madrid igualó su propia marca con 19. Los de Laso siguen líderes, invictos como visitantes, y ganando por primera vez esta temporada en el Fontes do Sar. El punto negativo, una posible lesión de Rudy.

MONBUS OBRADOIRO 93-102 REAL MADRID

Monbus Obradoiro: Pozas (3), Matt Thomas (14), Simons (21), Bendzius (18), Pustovyi (4) -cinco inicial- Radovic (7), Spires (12), Navarro (0), Laksa (11), Sábat (3), Corbacho (-), Llovet (0).

Entrenador: Moncho Fernández.

​Real Madrid: Campazzo (15), Rudy (9), Yusta (2), Thompkins (8), Tavares (4) -cinco inicial- Carroll (18), Taylor (12), Maciulis (11), Causeur (-), Randle (-), Reyes (12), Doncic (11)

Entrenador: Pablo Laso.

Árbitros: Conde, Calatrava, Martínez Fernández.

Parciales: 21-18 | 16-34 | 30-24 | 26-26

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 12 de ACB que se disputó en el pabellón Fontes do Sar (Santiago de Compostela).