El Real Madrid ha decidido ceder al joven Mario Nakic para que su progresión no se vea mermada y pueda seguir evolucionando para regresar a la capital española. El polivalente base, que ha llegado a debutar con los de Pablo Laso, jugará las dos próximas temporadas en el Oostende belga. Así lo ha anunciado el propio club europeo.
A sus 19 años, Nakic compartirá equipo con otro exjugador de la cantera del Real Madrid. Amar Sylla, uno de los gigantes con los que contó la pintura blanca, ya salió anteriormente aunque no en calidad de cedido y ha conseguido afianzarse en la plantilla.
Una de las ventajas de esta cesión es que Nakic podrá tener la posibilidad de jugar la Basketball Champions League, competición continental que organiza la FIBA y que reúne a los equipos que no disputan la Euroliga o la Eurocup. Este torneo, sin embargo, está creciendo en los últimos años y ha aumentado la competencia entre las ligas FIBA y las de Euroliga.
Nakic se entrena con el Real Madrid en pretemporada.
El proceso de la cantera madridista
El Real Madrid, desde la llegada de Pablo Laso, ha optado por defender un modelo de formación determinado. Gracias también a la labor de Alberto Angulo, los equipos inferiores del club blanco están generando constantemente talento. Se ha podido comprobar con nombres como Luka Doncic, pero también con otros más recientes como Santi Yusta o Dino Radoncic, ambos con minutos en ACB.
La cesión por dos temporadas confirma el interés del equipo madrileño en el jugador, que ha sido una de las caras más habituales en los entrenamientos de Valdebebas. La confianza depositada por Laso, de hecho, se ha comprobado en los minutos que ha jugado Nakic durante esta última temporada.
Sin espacio en el equipo
El cuadro blancos sigue configurando su plantilla y lo que es un hecho es que Nakic no iba a tener los minutos necesarios en el Real Madrid. Es por ello que, para evitar cortar su evolución, una cesión lejos de España y a un equipo que además compite en la Champions es el mejor camino.
De esta manera, Laso podrá seguir ascendiendo a jugadores del filial en función de sus actuaciones en las categorías inferiores sin interferir en el desarrollo de estos. Una máxima que parte de la exigencia que el técnico tiene con los más jóvenes.
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