El Real Madrid se reencuentra con el triple y suma una cómoda victoria ante San Pablo Burgos

Victoria muy importante del Real Madrid de baloncesto en lo que terminó siendo su mejor partido desde las semifinales de la Copa del Rey. Los de Pablo Laso estuvieron muy sólidos de principio a fin y cimentaron su triunfo en dos grandes arreones en el segundo y el tercer cuarto. Primera vez en esta racha de crisis que los de Laso consiguen encadenar dos triunfos consecutivos tras el logrado en Euroliga ante Olimpia Milan. [Hereda San Pablo Burgos 70-85 Real Madrid: narración y estadísticas].

Los blancos mostraron por momentos su mejor versión en ataque. Bajo la batuta y la dirección de juego de un inspirado Thomas Heurtel, consiguieron encontrar tiros liberados con facilidad y frecuencia y ajusticiaron a su rival desde el triple. El poderío de Vincent Poirier en la pintura fue clave al igual que el acierto de hombres como Yabusele que se fue hasta los 20 puntos. 

Pablo Laso confirmó tras el choque no sentía presión ni urgencia por ganar el duelo de este fin de semana, pero que sí le hacía sentirse especialmente contento el hecho de tener por fin un partido en el que se sintieran bien, completos de principio a fin. Y así lo ha sido el encuentro disputado por los blancos en el Coliseum de Burgos que se saldó con victoria clara. 

Sorprendió el técnico vitoriano al principio del encuentro al dar la alternativa al joven Juan Núñez en la dirección de juego. En un día en el que no estuvo Nigel Williams-Goss, el canterano tomó la responsabilidad de la titularidad y lo hizo con madurez y desparpajo. Parcial de 0-7 para abrir el choque con Deck y Tavares muy activos de cara al aro rival. Burgos intentó reaccionar, pero se encontraron con la respuesta de Yabusele desde el triple. El francés estuvo espléndido desde más allá del arco. Con porcentajes por encima del 70%, los blancos abrieron un pequeño hueco de 9-16. 

Mientras Yabusele hacía daño desde el perímetro, los hombres altos del Real Madrid empezaban a imponer su ley poco a poco en la pintura. La diferencia de centímetros jugó a favor de nombres como Tavares y Poirier. Los blancos no sufrieron en defensa y cuajaron un primer cuarto muy serio con un Guerschon Yabusele imperial. La ventaja se mantuvo hasta el 14-22 de final del primer cuarto. 

Laso movió su banquillo y dio entrada a Thomas Heuertel. A pesar de que Núñez lo había hecho bien, repartió dos asistencias en los pocos minutos que estuvo en cancha, el base galo fue quien decidió el partido. Cuando el balón pasaba por sus manos, el equipo lo notaba y crecía. En los tiempos en los que más falta hace un director de orquesta, ahí está apareciendo el exjugador del Barça. Lideró a un Madrid muy autosuficiente que además se llevaba la batalla por el rebote. Un triple de Llull a falta de 05:30 para el descanso ponía el 21-31. 

El equipo todavía no estaba jugando todo lo coral que podía, pero era cuestión de tiempo porque empezaban a aparecer las primeras sinergias positivas. Poirier, que no había arrancado bien el duelo, tuvo que salir en ayuda de Tavares que se cargó con su tercera falta personal antes del descanso. Y en su segunda aparición, el pívot francés sí fue determinante. Iba a ser su partido. Randolph también salió enchufado y se sumó a la fiesta desde el perímetro con brillantez. Los merengues jugaban fácil y solo Gamble con 8 puntos oponía resistencia. Al descanso, victoria visitante por 30-41. 

Heurtel, el líder necesitado

El Madrid había brillado en defensa y había cumplido en ataque. Mejoras considerables en el triple y energía en el rebote dieron paso a un inicio de tercer cuarto algo errático en ambos equipos. Sin embargo, Heurtel volvió a tomar el mando de las operaciones para liderar un parcial de 0-7 que abría un hueco ya definitivo. Gaby Deck se situaba como el estilete tanto en el tiro de tres como en las penetraciones en ventaja. A falta de 4 minutos para la finalización del tercer acto, los blancos rozaban los 20 de renta. 

Burgos se negaba a tirar la toalla y un par de buenas acciones de Tarik Philip conseguían reducir la diferencia y daban algo de esperanza. Sin embargo, el Real Madrid no estaba para concesiones. Encontrando siempre buenas situaciones de tiro desde el lado débil, Heurtel marcó los tiempos del partido a la perfección. Ahora sí estaban gozando de fluidez y se alejaban del juego individual que habían exhibido al principio del partido. Randolph (10), Abalde (13) y Poirier (12) se aprovecharon de eso en el aspecto anotador y el Madrid se marchó 47-63 al último acto. 

Ya dentro del último cuarto, los blancos se relajaron fruto de la amplia ventaja y permitieron en ataque algo más a San Pablo Burgos que a base de talento individual soñó con la remontada. Gamble y Eddie lideraron el intento de hazaña, pero no estuvieron ni cerca de llegar a la orilla. No conseguían bajar de la barrera de los 10 puntos mientras Yabusele aparecía de nuevo desde el triple. Terminó con 5 de 6 y 20 puntos. 

Sin embargo, no fue el MVP del partido, que se lo llevó un Vincent Poirier al que le hacía falta un encuentro de este calibre. Doble-doble de 12 puntos y 10 rebotes para 20 de valoración. El Real Madrid terminó con +12 con él en pista y fue una pesadilla para Burgos que le hizo hasta 7 faltas personales. A pesar de que Renfroe lo intentó a la desesperada, el equipo de Pablo Laso se puso en manos de Heurtel para tener un final de partido tranquilo. 

Hereda San Pablo Burgos 70-85 Real Madrid

Hereda San Pablo Burgos: Benite (-), Phillip (10), Eddie (14), Díez (5), Gamble (12), -cinco inicial- Nnoko (14), Renfroe (3), Marc García (5), Rabaseda (4), Salash (1), Kullamae (2). 

Real Madrid: Nuñez (-), Abalde (13), Deck (7), Yabusele (20), Tavares (6), -cinco inicial-, Heurtel (4), Poirier (12), Hanga (7), Randolph (10), Llull (6). 

Parciales: 14-22 | 16-19 | 17-22 | 23-22 

Árbitros: Antonio Conde, Sergio Manuel y Vicente Martínez. Falta técnica a Rabaseda, siendo eliminado en el minuto 38.  

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el Coliseum de Burgos ante 8.829 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la joven abonada del conjunto burgalés Alejandra Alonso.