Hay un mirlo en La Fábrica que no para de dar motivos para creer en el futuro de la cantera del Real Madrid. David González ha empezado la temporada en División de Honor como un auténtico disparo. Cuatro tantos en los cuatro choques que ha disputado el equipo en lo que va de campaña le convierten en el máximo goleador, pero también está teniendo mucha incidencia en el juego de sus compañeros con varias asistencias.
La zurda de este joven jugador burgalés que llegó procedente del Numancia en 2019 para el Juvenil B está dando muchas alegrías a Jorge Romero. En su primera temporada en el último escalón antes del profesionalismo está demostrando por qué el Real Madrid se fijó en él. Ya lo hizo Raúl González contando con él para algunos partidos del año pasado. No pasó desapercibido para Dani Poyatos en la primera parte de la Youth League pasada donde jugó un partido y marcó en la goleada frente al PSG.
En sus inicios él mismo se definía como un mediapunta, pero Romero le ha puesto en el doble pivote clásico de sus alineaciones y ahí está brillando gracias a su llegada al área. Fue el héroe este miércoles frente al Badajoz en el partido aplazado por los positivos por coronavirus en la plantilla extremeña marcando el único tanto del choque, pero su trascendencia está llegando en todos y cada uno de los choques de esta temporada.
Es el encargado de lanzar las faltas gracias, precisamente, a esa zurda portentosa que tiene. Pero su capacidad de asociación es también muy destacable. Hace mejores a sus compañeros en cada decisión que toma a la hora de dar un pase, se atreve a lanzar balones difíciles para dejar en buena posición a estos y no da el típico pelotazo cuando le enciman. Le sobra clase para manejar el balón, una cuestión que también le hace desenvolverse en banda.
Proyecto de futuro
La temporada pasada marcó siete tantos en el Juvenil B hasta que el coronavirus paró la competición. Ese buen rendimiento, más lo visto en los entrenamientos, hizo que renovase con el conjunto blanco. Se está convirtiendo en un jugador más polivalente de lo que era, desarrollando sobre todo su faceta defensiva.
Aunque sigue siendo un jugador ofensivo, el trabajo de esta temporada le hace poder desarrollarse en posiciones más retrasadas, sobre todo por su buen trato con el balón. Si su progresión sigue así, es cuestión de tiempo que se le vea con el Castilla y que Zidane cuente con él para algún entrenamiento.
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