Álvaro Morata tiene una nueva oportunidad de reivindicarse. Las lesiones que ha sufrido el Real Madrid, y la necesidad de los blancos por marcar goles en Balaídos tras perder 1-2 en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey contra el Celta de Vigo, obliga a Zidane a pensar en más opciones en su fondo de armario para conseguir la victoria. El canterano no ha tenido muchas oportunidades en los últimos encuentros, pero la necesidad de remontar contra los gallegos es un aliciente para optar por un puesto de titular, ahora además que Benzema tampoco se encuentra en su mejor momento.
Tras completar una buena primera vuelta, donde marcó goles decisivos como en La Liga contra el Athletic o en Champions League contra el Sporting de Portugal; su lesión en el parón de selecciones que enfrentaba a España con Macedonia, y la falta de puntería, han frenado su progresión. Y es que lleva más de mes y medio sin ver portería. Su último gol se produjo en el último encuentro liguero del pasado año contra el Deportivo de la Coruña, donde Zidane le puso en el once inicial.
El 2017 no ha empezado con buen pie para Álvaro Morata. Su peso en el equipo cada vez es menor. Zidane le devolvió la titularidad en el partido de ida de la Copa del Rey contra el Sevilla, pero no jugó ni un minuto en los partidos ligueros contra el Granada y los de Sampaoli, a pesar de estar convocado. Tampoco estuvo acertado en la ida de cuartos en la competición copera contra el Celta, donde entró como recambio de Asensio tras un golpe. A pesar de su bajo rendimiento, Zidane seguirá dando oportunidades al delantero, gracias a su política de rotaciones, de aquí hasta final de temporada.