El Real Madrid no está pasando por su mejor momento de la temporada, las continuas lesiones que ha sufrido en los últimos partidos que ha disputado han dejado tiritando el once inicial de Zinedine Zidane, ya que las bajas de Gareth Bale en ataque, Luka Modric en el centro del campo, y Marcelo y Carvajal en los laterales son un problema que el entrenador francés debe contrarrestar con jugadores no habituales.

Para poder hacer frente a esta situación, Zidane dio paso a Mateo Kovacic e Isco Alarcón en el partido del pasado miércoles frente al Celta de Vigo.  Juntó a los dos centrocampistas del Real Madrid en una línea de tres situándose a izquierda y derecha del motor del equipo blanco, Toni Kroos.

Sin embargo, el encuentro de ambos fue muy diferente. El jugador croata fue de largo el mejor futbolista del encuentro, desplegando un derroche de trabajo físico y calidad a lo largo de los 90 minutos, llevando todo el peso del Real Madrid y rompiendo las líneas rivales con rápidas arrancadas entre los jugadores del centro del campo del Celta.

Por su parte, el partido de Isco fue totalmente lo contrario, desaparecido y sin dar señales de vida, se le vio cansado y sin ritmo, una situación provocada por los pocos minutos que ha estado disputando en los últimos partidos con el conjunto madridista. El malagueño está descontento con su situación y desilusionado con los planes de Zidane, cuya idea es darle la titularidad a Kovacic para suplir la baja de Modric, dejando al jugador español nuevamente en el banquillo.

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