Gareth Bale regresaba este miércoles a uno de sus campos favoritos. Desde que jugó por primera vez en ese estadio en la temporada 2014/2015, marcó en todos los partidos excepto en el de ese primer día, en el que el Real Madrid de Ancelotti terminó la campaña sin títulos por culpa de una mala racha que comenzó contra el Valencia.
Sin embargo, el galés volvía a pisar el césped che de manera muy distinta a lo habitual. La grave lesión que le hizo estar alejado del terreno de juego 88 días hizo que Zinedine Zidane no pudiera contar con el 'Expreso' desde el principio, entrando luego por James en el minuto 62.
Bale, que ya disfrutó de minutos en la pasada jornada frente al Espanyol e incluso anotó un gol, ha demostrado que está listo. A pesar de su insistencia por querer jugar, el técnico merengue no quiere forzarle, pues le quiere en la mejor de las condiciones en los partidos posteriores.
La actuación del futbolista fue más que correcta, mejorando a los de Zidane tras su entrada. Aunque no le beneficiara encontrarse a un Valencia tan cerrado en el que no poder explotar su velocidad, el jugador sigue dando pasos en su puesta a punto y, cuando esté al cien por cien volverá a ser un peligro para los rivales.