Gil Manzano no tuvo una noche fácil en el Estadio de la Cerámica. Con decisiones un tanto cuestionables como la mano de Castillejo en el primer gol, el fuera de juego de Bakambu, tampoco estuvo muy acertado con las decisiones en contra del Villarreal. Una actuación cuanto menos criticable que provocó el enfado de la afición local.
Gracias al acta arbitral de Gil Manzano también se ha conocido un nuevo elemento a la ecuación y es que a la salida del estadio, el colegiado y sus ayudantes se encontraron carteles que rezaban "ladrones" en los parabrisas de sus vehículos.