El encuentro de este fin de semana en San Mamés se antoja como la salida más complicada que le queda al Real Madrid en Liga. El feudo de los leones es uno de los estadios más difíciles de la competición y muestra de ello es que en lo que va de temporada solo el Barcelona ha conseguido volver con los tres puntos.
A los de Zidane les separan doce partidos del título liguero y el choque ante el Athletic parece el más complicado fuera de casa además del partido ante el Celta en Balaídos, que también será una dura prueba tras lo vivido en la Copa del Rey. Los encuentros fundamentales, Atlético, Barça y Sevilla, se juegan en el Bernabéu, lo cual supone una ventaja.
Al Madrid le queda todavía visitar al Athletic, Leganés, Sporting, Deportivo, Granada, Málaga y Celta, este último todavía sin fecha y en el limbo. Ganar el partido de este sábado en San Mamés sería dar un paso firme en la lucha por el título y tanto Zidane como la plantilla lo saben. El partido comenzó a jugarse el fin de semana pasado en el Bernabéu ante el Betis, donde jugadores clave como Casemiro, Benzema o Bale descansaron. El primero fue reservado por estar amonestado, el delantero francés salió desde el banquillo y el galés cumplió su segundo partido de sanción tras la expulsión ante Las Palmas. A falta de conocer el estado de Pepe y Varane, Zidane tendrá su once de gala a sabiendas de que es un partido trascendental.