Mbappé también es humano. Pese a todos los elogios recibidos pos sus grandes actuaciones esta temporada y su poca experiencia profesional debido a su juventud, el francés ha demostrado saber tener autocrítica. El delantero, deseado por toda Europa, no brilló en la final de la Copa de la Liga ante el PSG, un encuentro nefasto que acabó 4-1 para los parisinos.
Kylian Mbappé, en la órbita del Real Madrid y de muchos otros grandes de Europa, no tiene subida la fama a la cabeza y es capaz de reflexionar cuando las cosas no le salen bien: "No he estado en el partido. He estado como perdido y no he sido capaz de ayudar a mi equipo a levantar la cabeza". Se mostró decepcionado consigo mismo y muy autocrítico con su juego, dispuesto a mejorarlo de cara a a finales venideras, las cuales disputará seguro dado que se lo rifan todos los equipos de renombre en el continente: "Cuando tu equipo está pasando dificultades es cuando debes comportarte como un líder y yo no lo hice hoy. Esto me va a enseñar. Si vuelvo a jugar una final mostraré una mejor cara".
Esta muestra de madurez es otro punto a favor del joven Mbappé. No solo demuestra calidad en el césped sino también en un vestuario, consciente del peso que tiene dentro de él. Es sabedor de su papel y lo está sabiendo llevar con humildad, algo que será fundamental cuando fiche, si lo hace, por el Real Madrid.