El Real Madrid consiguió ante el Valencia tres puntos vitales en una Liga que está más que abierta en esta campaña. El tanto de Cristiano y de Marcelo ayudaron al equipo a seguir sumando y pelear por el primer puesto de la competición doméstica junto con el Barcelona.

Los blancos a día de hoy no pueden permitirse ningún fallo y, con mentalidad de 'partido a partido', lograron una nueva victoria ante el Valencia. Uno de los que ayudaron a que el partido fluyera de la mejor de las maneras fue Luka Modric. El croata provocó un penalti y una falta en el área che, y se convirtió en la punta de lanza del Real Madrid para los contraataques dando verticalidad al juego de los de Zidane. 

El centrocampista merengue ya está de vuelta en el conjunto blanco. Tras su última lesión, Modric no terminaba de volver a su nivel en los terrenos de juego, sin embargo, ante el Valencia el madridismo pudo disfrutar de la mejor versión del futbolista. Es un maestro para salir de situaciones de presión, gracias a su capacidad para la conducción y para cambiar de dirección con gran velocidad.

Luka Modric ha vuelto y está al mejor de sus niveles. En este tramo difícil de la temporada y con dos títulos del Real Madrid en juego, el croata es un jugador indispensable para el buen funcionamiento del juego colectivo del equipo, convirtiéndose en una de las peores amenazas para el rival.

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