La llegada de Casemiro a España y al Real Madrid no fue del todo fácil. Se trasladó al club blanco en 2013 como una petición expresa de Mourinho para el Castilla, algo que provocó las críticas de muchos tanto al portugués como al brasileño. Sin embargo, el centrocampista ha logrado silenciarlas y se ha colocado como uno de los mejores centrocampistas del mundo.
En ese 2013, cuando el técnico portugués se encontraba dirigiendo al Real Madrid, Casemiro llegó como cedido al Castilla, rechazando ofertas de mucho peso económico procedentes, por ejemplo, del Milan. El brasileño prefirió la cantera merengue para reencontrarse con su mejor estado de forma y volver a ganarse un sitio que había perdido en el São Paulo. Y no defraudó.
Fue una petición expresa de Mourinho, quien le hizo debutar en abril del mismo año en un partido contra el Betis. Esto no fue asumido por muchos enemigos del técnico portugués e intentaron atacar al luso por medio de críticas al brasileño. Incluso se llegó a hablar de una falta de respeto a la cantera nacional.
Tras el final de su cesión, el club decidió ficharle por apenas seis millones de euros. Ya con la salida de Mourinho, Ancelotti recaló en la capital y, tras su año con el italiano donde conquistó La Décima, optó por la cesión de Casemiro al Oporto. Allí volvió a exhibirse, y con la llegada de Rafa Benítez, el centrocampista gozó de los minutos que estaba pidiendo.
Se convirtió en un jugador clave en el juego del equipo, algo que se ha mantenido bajo el legado de Zidane. Ha llegado 2017 y el brasileño se ha ganado a toda la afición y al entrenador, tiene tres Champions bajo el brazo, y su futuro en el mundo del fútbol no pinta nada mal. El Madrid tiene asegurado el centro del campo con su presencia durante muchos años.
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