El Real Madrid cuenta con una de sus mejores plantillas de toda su historia. El conjunto de Zidane tiene la mezcla perfecta entre juventud y experiencia que puede volverles a llevar al equipo de nuevo al éxito. Un jugador que está entre los más jóvenes, pero con gran experiencia es Varane. El galo se ha convertido ya en un jugador clave para su entrenador, a pesar de contar solo con 24 años.

Pocos piensan en Varane como uno de los pilares actuales del Real Madrid, acabando de raíz con los problemas que había tenido el club en los últimos años con los centrales. Sin embargo, en el último año, el central ha crecido en gran medida. El francés ha demostrado que las expectativas que estaban puestas sobre él no eran infundadas. El galo es ya uno de los líderes en defensa, por ello, Zidane le cuida al máximo para que las lesiones, su gran talón de Aquiles, aparezcan lo menos posible.

LA TEMPROADA PASADA, SU PRUEBA DE FUEGO

El gran crecimiento de Varane llegó el año pasado. Con Pepe lesionado gran parte de la temporada, el galo tuvo que dar un paso adelante y convertirse en la pareja de Sergio Ramos en el centro de la zaga. El zaguero lo aprovechó y se reivindicó. La lesiones, una vez más, le impidieron jugar más de 39 partidos, sin embargo, el nivel del galo fue alto en todos ellos.

Por ello, cuando Zidane tuvo que decidir quién acompañaría a Ramos en la final de la Champions de Cardiff, no lo dudó. Pepe se había recuperado de sus últimas molestias, pero, tras la buena temporada de Varane, el galo fue el encargado de medirse a la Juventus y, de nuevo, no defraudó.

LA CONFIANZA DE ZIDANE Y EL CLUB

El gran curso pasado ha acabado con las posibles dudas que pudiera haber con el ex del Lens. Zidane y el Real Madrid confían en su jugador, y prueba de ello es la renovación que le ha vinculado con la entidad de Chamartín hasta 2022. Cinco años más vistiendo la camiseta madridista que le harán seguir creciendo hasta convertirse en uno de los futuros líderes y capitanes del equipo.

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