Salah y Alisson salen reforzados de los cuartos

Liverpool y Roma se convirtieron en los dos primeros semifinalistas de la presente edición de la Champions League. El conjunto inglés volvió a ganar al Manchester City de Guardiola, esta vez en territorio rival y con la brillante actuación de un Mohamed Salah que se confirma con un jugador de élite. Por otra parte, los giallorossi dieron la campanada al ganar al Barcelona, remontando así el resultado cosechado en la ida del Camp Nou. Una vez el colegiado del encuentro señaló el final del partido, los jugadores de la escuadra italiana corrieron al encuentro de uno de los héroes de la noche, Alisson Becker.

Tanto uno como otro llevan varios meses sonando como posibles refuerzos del Real Madrid para la 2018/2019. En la Liga de Campeones, y ante rivales de altura como el Barça y el City, el guardameta brasileño y el extremo egipcio han demostrado que son futbolistas top.

Salah y Alisson salen reforzados de los cuartos

SALAH, UN EXTREMO CON MUCHO GOL

29 goles en la Premier League y 8 en la máxima competición continental son la carta de presentación de Salah, quien ya acumula en total 39 dianas esta temporada. El internacional egipcio ha sido clave para el éxito de los reds el presente curso en la Champions y, en especial, en los cuartos frente al millonario equipo de Manchester. En el duelo de ida, el extremo ya marcó un gol y dio una asistencia, pero en la vuelta volvió a ser determinante para frenar el impulso de los de Pep Guardiola, que se adelantaron en el minuto dos de partido gracias a un tempranero gol de Gabriel Jesús, al marcar el gol del empate en el Etihad Stadium.

Salah y Alisson salen reforzados de los cuartos

ALISSON, EL PORTERO DE MODA

El guardameta brasileño ya firmó una notable actuación en el Camp Nou, pese a que los culés le batieron en hasta cuatro ocasiones, que pudieron ser más de no ser por sus reflejos y buen hacer bajo los tres palos. Sin embargo, en el Olímpico de Roma, Alisson frenó las pocas intentonas de Messi, Luis Suárez y compañía. Su figura se agigantó en los minutos finales del choque, cuando el Barça estaba fuera y despertó para meter el gol que los salvase de la quema y que, finalmente, no llegó.