James Rodríguez fue uno de lo protagonistas de la eliminatoria de semifinales entre el Real Madrid y el Bayern Múnich. El mediapunta colombiano se enfrentaba al conjunto blanco, en el que pasó tres temporadas, y marcó el gol que supuso el empate a dos en el partido de vuelta disputado en el estadio Santiago Bernabéu.

Tras esto, y en un gesto de absoluta deportividad y respeto al que fuera su antiguo club, el cafetero no celebró el tanto, pidiendo perdón a la afición blanca. Esto despertó la ira de algunos aficionados del Bayern, que cargaron contra él acusándole de traidor y pidiendo respeto por su actual club. Las quejas no solo vinieron por parte de alemanes, sino también de algunos compatriotas del colombiano.

Y es que fueron muchos los aficionados sudamericanas que cargaron duramente contra el Real Madrid y contra Zinedine Zidane, entrenador del equipo, cuando James apenas gozaba de minutos. Un hecho que no parece olvidado, y que los cafeteros recuerdan a su estrella cuando este rememora con cariño sus momentos vestido de blanco.

Las quejas no solo vinieron por la no celebración del tanto. En los minutos finales del encuentro, con el Bayern atacando en busca del gol que les diera el pase a la final de Kiev, Marco Asensio cayó al suelo dolorido. Nuevamente, James, como manda la regla no escrita de la deportividad, tiró el balón fuera, esperando a que el extremo balear se recuperara. Otro gesto que le valió para ser atacado por la afición bávara.