La Decimotercera. La tercera Champions. El primero club en ganar las dos máximas competiciones continentales el mismo año. Todo ello fue lo que logró el Real Madrid en Kiev con un extraordinario Gareth Bale. Un doblete del galés, más el tanto de Benzema, y los errores de Karius mandaron la 'Orejona' a la capital de España. Zinedine Zidane se convirtió también de esta forma en el mejor entrenador de la historia con un equipo blanco de leyenda. (Así vivimos el partido en directo)

Sin Bale y con Benzema. Esa fue la apuesta de Zidane para el once, mientras Kloop sacó el esperado y de gala. No solo cumplió los pronósticos el Liverpool en la alineación, sino que también encerró al Real Madrid durante el primer cuarto de hora del encuentro. El equipo blanco no podía sobrepasar la presión de los reds y el balón le quemaba en los pies. Keylor Navas se erigía en protagonista con dos grandes intervenciones ante Arnold. Firmino conseguía abrir espacios y Salah, en vez de buscar el cara a cara con Marcelo, se iba a por Sergio Ramos sembrando el desconcierto en la zaga merengue. 

LAS LÁGRIMAS DE SALAH Y CARVAJAL

La respuesta del Real Madrid llegó con una ocasión de Cristiano Ronaldo que se marchó alto por poco. Fue la más clara que tuvo el equipo blanco en la primera mitad, que jugó muy alejado del área de Karius. Sin embargo, el duelo cambiaría por culpa de las lesiones. Primero la de Salah, que tuvo que ser sustituido justo antes de la media hora por un golpe en el hombro izquierdo, y seis minutos después la de un Carvajal hundido y que podría perderse también el Mundial. Ambos abandonaron el césped del Olímpico de Kiev entre lágrimas. 

Lallana y Nacho fueron los recambios en un partido accidentado y en el que los cambios frenaron el ritmo. El Liverpool, en shock tras la lesión de su gran estrella, cedió terreno a los de Zidane y Benzema consiguió marcar aunque en fuera de juego. Mazic anuló el gol y tanto Cristiano como el francés estaban en clara posición ilegal. El descanso vino bien al Real Madrid que en ningún momento había conseguido imponer su ritmo, pero que después el intermedio la final de la Champions se agitaría.

LA NOCHE NEGRA DE KARIUS

Isco mandó al larguero un regalo de Lallana, pero la gran pifia sería de Karius en el minuto 51. El guardameta alemán sacó con la mano con Benzema delante y el francés, más listo, solo tuvo que poner el pie para que el balón entrara llorando. El discutido '9' volvía a aprovechar un fallo grosero de un portero como contra el Bayern en semifinales. En aquella ocasión fue Ulreich y en Kiev su compatriota germano de los reds.

El Liverpool superó el shock solo cuatro minutos después del tremendo error de Karius. Saque de esquina que cabecea Lovren en el segundo palo y Mané se adelanta a Keylor Navas y la defensa en el lado contrario. Golpe al Madrid cuando mejor estaba en el encuentro y parecía haber superado ya todas las dificultades. Isco tuvo otra oportunidad antes de que Zidane metiera a Bale en su lugar y diera una nueva vuelta a la final. 

LA '13' ES DE GARETH BALE

El galés inscribió su nombre en la historia con el primer balón que tocó. Corría el minuto 64 cuando Marcelo, al igual que Roberto Carlos en Glasgow, puso un centro demasiado alto para rematar. En el 2002 fue Zidane el que se sacó una volea de la nada y ahora, 16 años después y con el francés en la banda, fue Bale el que se levantó al cielo de Kiev para marcar una chilena imposible desde casi la frontal del área. Había sido el descarte del técnico en el once, de hecho ni había calentado junto al resto de suplentes enfadado, pero la gloria estaba esperando al de Cardiff. 

Mané pudo empatar de nuevo con un latigazo desde fuera del área que se chocó contra el poste derecho de la portería de Keylor Navas. Fue el único momento de agobio del Real Madrid. Cristiano y Bale destrozaban a la contra a los reds y sería el '11' quien pondría el broche a la final. La sentencia también contó con la ayuda de Karius. El alemán vivió su peor día y difícilmente empeorará su actuación en Kiev. Un latigazo del galés se coló entre las manos del guardameta al intentar despejar. Era el 3-1. La Decimotercera ya estaba camino de Madrid.

Esta siempre será la final de Gareth Bale. Un jugador que parecía estar disputando sus últimos minutos con la camiseta blanca, pero que merecía más que nadie convertirse en héroe de una Champions. Al igual que La Décima fue de Ramos, La Undécima y La Duodécima de Cristiano, La Decimotercera ya tiene dueño. El 26 de mayo siempre será recordado como el día de San Bale y como el que el Real Madrid logró coronarse como campeón de Europa en fútbol y baloncesto. Un doblete jamás conseguido por ningún club y que, como no, tenía que ser la entidad blanca el primero en batir ese reto.  

REAL MADRID 3-1 LIVERPOOL

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal (Nacho, 36'), Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Modric, Casemiro, Kroos, Isco (Bale, 61'); Benzema (Asensio, 88'), Cristiano.

Liverpool: Karius; Alexander-Arnold, Lovren, Van Dijk, Robertson; Wijnaldum, Henderson, Milner (Emre Can, 83'); Mané, Salah (Lallana, 30'), Firmino.

Goles: 1-0, 51' Benzema; 1-1, 55' Mané; 2-1, 64' Bale; 3-1, 83' Bale.

Árbitro: Milorad Mazic (Serbia). Amonestó a Mané (82'). 

Incidencias: Partido correspondiente a la final de la Champions League disputada en el Estadio Olímpico de Kiev (Ucrania).