Cristiano Ronaldo se convirtió en el protagonista de la celebración de La Decimotercera por unas tan inesperadas como desafortunadas declaraciones. El jugador portugués ensombreció una noche que debería haber sido de fiesta absoluta. Sus palabras no sentaron nada bien a sus compañeros y, por ello, durante los actos por la tercera Champions League consecutiva que ganaba el equipo suavizó su mensaje e incluso llegó a decir en Cibeles: "Hasta el próximo año". Una vez acabada la celebración, el '7' disfruta de unos días de vacaciones a las que pondrá punto y final el próximo domingo día 3 de junio.

El lunes 4 está previsto que Cristiano se incorpore a la concentración con su combinado nacional. El día 7 disputará el amistoso contra Argelia. Tras esto, la expedición lusa pondrá rumbo a Rusia el sábado 9, cinco días antes del comienzo del Mundial. Antes de esa fecha, entre el 4 y el 8 de junio, comparecerá ante los medios y es que el propio futbolista ya dejó claro en Kiev que hablaría sobre su futuro cuando estuviese con su selección. De esos diferentes días, parece complicado que lo haga el 7 precisamente por tener partido contra el combinado argelino, por lo que 4, 5, 6 y 8 son las fechas marcadas en el calendario para su esperada comparecencia.

MENSAJES DURANTE LA FIESTA POR LA DECIMOTERCERA

A lo largo de toda la celebración por la Champions, Cristiano quiso mostrar su cariño hacia afición y compañeros. Pero no solo eso, sino que también puso de relieve cuando tuvo oportunidad que los seguidores blancos también están de su lado, le apoyan y le dan su cariño siempre. Algo que quedó latente en el Santiago Bernabéu cuando todos le cantaron 'Cristiano, quédate'.

CRISTIANO, SIN SALIDA

Tal y como adelantó EL BERNABÉU, Cristiano debe dar su brazo a torcer y llegar a un acuerdo con el club. Sus posibles salidas son muy complicadas, ya que el Manchester United no está por la labor de acometer una operación de estas dimensiones y el PSG está bajo la amenaza del Fair Play Financiero. Además, el Real Madrid se remite a su cláusula de rescisión, fijada en 1.000 millones de euros. El futuro de Cristiano solo puede ser blanco.