La coyuntura política que rodea a las regiones de Israel y Palestina ha motivado que la última prueba de la selección argentina, antes del Mundial de Rusia, sea suspendida por motivos de seguridad. El encuentro se iba a disputar en Jerusalén el próximo sábado, pero durante estos días previos se han sucediendo una serie de reivindicaciones, como la muestra de camisetas ensagrentadas de los jugadores de la Albiceleste, que no recomendaban la disputa del choque por el serio peligro al que se exponían Leo Messi, Di María y compañía.

AMENAZAS A LA SELECCIÓN ARGENTINA

El propio presidente de la Asociación Palestina de Fútbol manifestó: "Messi es un símbolo de paz y de amor. Nosotros le pedimos que no participe en la legitimación de los crímenes de la ocupación. Vamos a iniciar una campaña contra la federación argentina, apuntando personalmente a Messi que cuenta con decenas de millones de seguidores en los países árabes y musulmanes. Pedimos a todos quemar las camisetas con su nombre y sus pósters".

Así, los de Jorge Sampaoli perderán la oportunidad de ajustar la puesta a punto de cara a la gran cita internacional, que comenzará el próximo 14 de junio, y deberán reestructurar la preparación, ya que tan solo han disputado un partido ante la selección de Haití. Los argentinos tendrán un grupo muy exigente, con Croacia, Islandia y Nigeria. Un mal comienzo de torneo podría condenar sus aspiraciones. Por el momento, seguirán entrenando en Barcelona -utilizando las instalaciones del conjunto culé- a la espera de concretar un amistoso más.

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