El ambiente en la concentración de la selección española parece ser idílico después de lograr el pase a octavos de final como primera de grupo y tras un final de infarto ante Marruecos. Pese a que el conjunto dirigido por Fernando Hierro todavía no ha sacado a relucir esa versión aplastante que mostró en la fase de clasificación de la mano de Julen Lopetegui, las opciones siguen intactas. Mientras que otras selecciones como Alemania, que no ha podido pasar a la siguiente fase al caer derrotada por 2-0 a manos de Corea del Sur, han fracasado en su intento, los españoles siguen vivos en la pelea. Y eso les hace felices.

Tan felices como se ha podido ver durante el último entrenamiento, donde han realizado un divertido juego que les ha servido para liberarse de la tensión de estos días. En grupos de tres, los futbolistas han medido sus condiciones técnicas y han dejado grandes destellos de calidad. 

Isco, acompañado de Busquets y Jordi Alba, se ha enfrentado a Sergio Ramos, que estaba escoltado por Diego Costa y Thiago Alcántara. Al primer toque, los jugadores debían superar una pequeña red, como si de un partido de tenis se tratase, pero con una pequeña variante: el protagonista no era una raqueta, sino el balón. La batalla ha estado igualada y se han visto jugadas muy estéticas, pero lo que cuenta, el resultado final, ha favorecido al malagueño, que con baile incluido, se ha burlado de su líder, tanto en la Selección como en el Madrid.