El Real Madrid venció al Valencia en la jornada 14 de La Liga por 2-0, gracias a los goles del danés Daniel Wass en propia puerta y del extremo gallego Lucas Vázquez en la segunda parte. Un duelo en el que los blancos cuajaron una magnífica primera parte, la cual sirvió para reencontrarse con la victoria en La Liga y hacer las delicias de los aficionados en el estadio Santiago Bernabéu.

No quedó ahí la cosa, y es que al fina del encuentro varios fueron los jugadores merengues que quisieron tener un bonito detalle con sus hinchas regalándoles sus respectivas camisetas. Esta iniciativa estuvo encabezada por el delantero francés Karim Benzema, el primero en acercarse a la Grada Fans y dar su prenda superior hecha un ovillo a un seguidor.

Le siguieron el portero belga Thibaut Courtois, el propio Lucas Vázquez y el lateral izquierdo madrileño Sergio Reguilón, todos ellos titulares y habiendo completado los noventa minutos ante el cuadro valencianista. No fue así en el caso de Gareth Bale. El extremo galés fue sustituido en el minuto 63 para dar paso al balear Marco Asensio. Lo hizo entre pitos, silbado por una afición que no perdona su escasa entrega en ciertas ocasiones y su incapacidad para alzarse como líder del equipo.

Otro jugador que fue pitado, en este caso no de forma unánime y en su entrada al campo, y no salida, fue Isco. El mediapunta malagueño saltó desde el banquillo en el minuto 80 para dar descanso al mediocentro sevillano Dani Ceballos. Desde que el argentino Santiago Solari fuera nombrado entrenador del Real Madrid en sustitución del vasco Julen Lopetegui, Isco no ha tenido apenas protagonismo, sumando únicamente cuatro encuentros disputados, y ninguno de ellos como titular. Una supuesta mala relación con el propio Solari o su posible baja forma física podrían ser los desencadenantes para la anómala situación que está viviendo el centrocampista, acostumbrado recibir más elogios que críticas.