El partido entre el Real Madrid y el CSKA de Moscú se ha convertido en una pesadilla para los blancos y no solo por el resultado. Con 0-2 en el marcador, Gareth Bale se fue al suelo después de haber ingresado en el terreno de juego por Benzema tras el descanso. El extremo se hizo daño en el tobillo y tuvo que ser atendido por los servicios médicos del conjunto merengue.

No son las mejores noticias para el equipo blanco, ya que el '11' había vuelto a encontrar su olfato goleador tras su tanto ante el Huesca que dio los tres puntos al equipo blanco. Este susto podría poner en aprietos al Real Madrid, ya que Asensio no ha encontrado su mejor nivel e Isco sigue sin convencer. Bale llevaba tiempo sin lesionarse, y ante el CSKA podría volver a recordar su etapa en la que las lesiones eran su orden del día.

Desde el pasado mes de septiembre, en la jornada 3 de La Liga, no veía puerta el galés. Bale empezó enchufado en el campeonato doméstico con tres goles en los primeros tres encuentros ante Getafe, Girona y Leganés. Pero la sequía en la liga española no se ha visto trasladada a otras competiciones, ya que en la Champions League, el futbolista de Cardiff ha sido una pieza clave para que el Real Madrid se haya hecho con el primer puesto de su grupo. De los cinco partidos por los blancos en la fase de grupos, el extremo ha disputado cuatro y ha visto puerta en tres de ellos. En el último de la fase de grupos ha llegado su peor noticia.

El público se temía lo peor

La afición que estaba en el Santiago Bernabéu se temía lo peor cuando vio al extremo galés en el suelo aquejándose del tobillo. Siempre que el '11' se duele, es una preocupación mayor. Habrá que esperar al final del partido y a los días posteriores para conocer si hay lesión. 

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