Han pasado solo nueve meses desde que Zinedine Zidane anunció junto a Florentino Pérez en la sala de prensa de Valdebebas que abandonaba el Real Madrid. No era un adiós, sino un hasta luego. El galo regresa tras las etapas fallidas de Lopetegui y Solari y con la misión de que el madridismo recupere la ilusión. 

En la tarde de este lunes, tras la junta directiva, el Real Madrid nombrará a Zidane nuevo entrenador con un proyecto a largo plazo. El técnico deberá evaluar a los jugadores y ver quiénes son recuperables y quiénes deben salir el próximo verano. Será un último trimestre intenso a pesar de que el equipo blanco ya no tiene opciones de levantar ningún título. 

La gran parte de la plantilla ha conocido la noticia de la vuelta de Zidane este mismo lunes y se han mostrado sorprendidos. Algunos futbolistas del Real Madrid no confiaban en que el francés diera finalmente el 'sí' a Florentino Pérez. Sin embargo, el presidente logró el fichaje del entrenador de las tres Champions consecutivas. 

Sergio Ramos, que había hablado este lunes por la mañana sobre la situación del equipo en una autoentrevista, Marcelo, Benzema y Varane son de los más felices con la noticia. Los cuatro capitanes han recogido con alegría el regreso de Zidane, con el que mantenían una estrecha relación todos ellos. Creen que el nombramiento hará suturar las heridas abiertas entre una parte del vestuario y Solari. 

Marcelo puede ser uno de los grandes beneficiados del cambio en el banquillo. La sintonía entre el lateral y Solari no era buena. El brasileño había mostrado su peor nivel desde que llegó a la capital de España y se ha visto relegado a la suplencia en detrimento con Reguilón. Ahora sabe que tendrá una nueva oportunidad con Zidane. 

Peor se lo ha tomado Gareth Bale. El galés tiene pie y medio fuera del Real Madrid. Incluso ha coincidido el anuncio de la noticia de la vuelta del galo con un polémico tuit del '11' sobre golf. Si Zidane hubiera continuado siendo entrenador el pasado verano, el de Cardiff hubiera pedido salir. La relación entre ambos no era buena y ahora su marcha está más cerca que nunca.

Luego hay una serie de futbolistas que tendrá una última oportunidad. Es el caso de, por ejemplo, Isco. El malagueño, que también tuvo sus más y sus menos con Zizou, fue titular en las últimas dos finales de Champions. Su misión convencer al francés de que su indisciplina con Solari es cosa del pasado. El de Arroyo de la Miel quiere hacer borrón y cuenta nueva. 

A muchos kilómetros de Madrid ha conocido la noticia James Rodríguez. El colombiano, que cumple su última temporada cedido en el Bayern, ya sabe que tiene completamente cerradas las puertas para un regreso al club blanco. Su deseo hasta el mismo momento del anuncio era el de estar la próxima temporada en La Liga y vistiendo la camiseta del Real Madrid.

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