La 2019/2020 no está yendo por el camino que esperaba el Real Madrid, al menos en el inicio. Pese a que se encuentran terceros en La Liga al comienzo de la quinta jornada -por detrás solo de Sevilla y Atlético de Madrid-, el tropiezo en la Champions League contra el PSG ha causado estragos. Más por el cómo se produjo, después de no tirar ni una sola vez a puerta y con una grave falta de intensidad, que por el resultado en sí.
No solo la 'vuelta al cole' está siendo dura para el equipo en general, sino que también varios futbolistas blancos se encuentran por debajo de su mejor nivel. Courtois, Carvajal o Kroos son solo algunos de los jugadores que ahora mismo se llevarían un 'necesita mejorar' en sus notas. Pero ahora el foco se traslada a Vinicius Júnior después del último golpe sufrido por el extremo.
El futbolista brasileño se ha quedado fuera de la lista de convocados de la selección de Brasil, después de debutar con la absoluta de la Canarinha hace tan solo unas semanas -durante el primer parón por los compromisos internacionales de la temporada 2019/2020 este mismo mes de septiembre-. Tite no le ha incluido en una convocatoria en la que sí están otros madridistas como Militao y Casemiro.
La ilusión de Vinicius es no solo triunfar en el Real Madrid, sino también ser una pieza importante de su selección. Junto a Neymar formaría una pareja de ensueño para un país que espera recuperar el brillo del pasado. Para conseguir estos dos objetivos que tiene apuntados en su agenda, el ex del Flamengo sabe que tiene que hacer algo cuanto antes: recuperar la sonrisa.
Otro tras la lesión
Ningún madridista ha olvidado de lo que era capaz de hacer el jugador nada más llega a la casa blanca en el verano de 2018. Recién cumplida la mayoría de edad se presentó Vinicius Júnior en el Santiago Bernabéu. Sin complejos, con talento y con un carro de ilusión debajo del brazo. Si prácticamente hasta octubre solo había jugado doce minutos, en diciembre ya era titular indiscutible.
La confianza de Solari fue clave aquí para que mostrase su mejor versión. Un estilo desenfadado y descarado, en el que regatear y volver locos a los defensas rivales era la tónica general en cada encuentro que disputaba. Y de ahí... a la lesión. En el partido de vuelta de los octavos de la Champions ante el Ajax de Ámsterdam cayó lesionado y, desde entonces, no ha vuelto a ser el mismo.
A su vuelta había habido el último cambio en el banquillo del pasado curso y le costó hacerse un hueco en la rotación, ya que según decía Zidane: no quería forzar ni quemar a un futbolista tan joven. Ahora es, precisamente, el entrenador francés el que tiene por delante una importante tarea. Que Vinicius vuelva a sonreír se antoja vital para los intereses del Real Madrid esta campaña.
Vuelta de la alegría
El brasileño logró el pasado curso lo que muchos no consiguen ni en su primera temporada ni, sobre todo, en un complicado momento para el equipo: poner en pie al Santiago Bernabéu. Vinicius llevaba el 'uy' a la grada, la emoción y ese gusanillo de que algo puede pasar cuando él está en el campo. El equipo merengue está dormido, o o al menos lo parece, y es aquí donde el extremo de 19 años debe hacer acto de presencia. Vinicius Júnior es la alegría del Real Madrid y es precisamente alegría lo que necesita el conjunto blanco para volver a reinar en España y Europa.
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