Isco Alarcón reapareció el pasado fin de semana en el partido del Real Madrid contra el Granada. Una lesión muscular en el bíceps femoral le había mantenido apartado de los terrenos de juego desde finales del mes de agosto, pero su regreso no fue a todas luces. Jugó 22 minutos tras entrar sustituyendo Hazard y no le dio tiempo a dejar destellos sobre el campo.
Ahora se entrena en Valdebebas junto al resto de no internacionales durante el parón. Un par de semanas que le van a venir bien para terminar de coger el ritmo y recuperar la confianza de Zidane. Isco quiere volver a ser importante en el Real Madrid, pero lo tendrá realmente difícil. Los fichajes, la competencia y su lesión le han mandado al final de la cola y tiene mucho trabajo por delante para ir escalando.
Las posibilidades de Isco para ser titular en el Real Madrid se han visto reducidas esta temporada. Fue uno de los grandes señalados del curso pasado y Zidane, que tanto confió en él en su anterior etapa, fue sincero con él. Si se quedaba, empezaría de suplente, le avisó un Zidane que la abría la puerta de salida. Isco decidió que quería quedarse en el Madrid y tratar de recuperar el rol que tenía en el Madrid de las tres Champions.
Al final de la cola en minutos
La advertencia de Zidane se ha cumplido durante las primeras jornadas de Liga. Solo ha jugado 104 minutos repartidos en tres encuentros (una media de 34,6). Solo Rodrygo y los tres inéditos (Brahim, Mariano y Asensio) han aparecido menos que él esta temporada. La lesión tiene la gran culpa de ello, pero tampoco hay grandes esperanzas de que su situación vaya a cambiar drásticamente.
En el 4-3-3 de Zidane tiene difícil cabida. Por delante tiene al trivote de confianza del técnico galo (Casemiro-Kroos-Modric) y un James Rodríguez que es de los favoritos de la afición y le ha superado en la rotación. Además, también está Fede Valverde, quien se ha erigido como la principal alternativa a Casemiro y Kroos. Es decir, a priori solo hay un puesto para él y tendrá que competir por él con Modric y James.
Tampoco parece que Zidane vaya a volver al 4-4-2 con rombo en el que Isco lució más en la anterior etapa del técnico francés. No va a renunciar a las bandas ni los extremos y ahí hay demasiada competencia para que Isco pueda tener cabida de forma asidua. El fichaje de Hazard y la permanencia de Bale le han quitado más peso y espacio dentro de la rotación.
A Isco se le presenta un panorama poco esperanzador y la única vía que le queda para volver a ser importante en el Real Madrid es recuperar su mejor nivel. Ese que le llevó a ser el jugador español más importante del mundo y ser el pilar central para Lopetegui en el Madrid y Luis Enrique en la Selección. Precisamente, una de sus preocupaciones puede ser la Eurocopa y para ir tiene que jugar. Mientras, los rumores sobre su salida siguen resonando desde verano.
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