El centro del campo del Real Madrid es la parcela que más quebraderos de cabeza ha generado en Zidane en los últimos meses. Falta de fichajes, rendimiento inestable de algunos jugadores y una dinámica negativa de resultados han hecho que el técnico necesite encontrar soluciones para revertir la dinámica del equipo.
En verano, el francés solicitó el fichaje de Pogba como si de una cuestión de estado se tratara. El Real Madrid hizo todo lo posible por sacar al jugador del Manchester United, aunque los 200 millones de euros en los que se enrocaron los ingleses bloquearon cualquier operación posible entre ambas entidades.
Otros centrocampistas como Eriksen (Tottenham) o Van de Beek (Ajax) estuvieron cerca de recalar en Concha Espina, aunque Zidane solo contemplaba la llegada de Pogba al conjunto merengue.
Sin fichajes, la situación quedó así en Chamartín: Kroos, Isco, James Rodríguez, Modric, Casemiro, Fede Valverde y Brahim competían por hacerse un hueco en los onces de Zidane; todo ello tras la salida de Marcos Llorente al Atlético de Madrid y la venta de Kovacic al Chelsea.
Hasta ahora había escasez en la medular, sobre todo con la plaga de lesiones que dejó en cuadro el centro del campo. Y es que el centro del campo era la parcela más azotada por las bajas desde que arrancó la temporada en Montreal y La Liga contra el Celta en Balaídos.
Los blancos han sufrido un total de 17 lesiones, afectando a 14 jugadores (algunos en dos ocasiones) desde que Brahim, curiosamente centrocampista, abrió la veda el 20 de agosto, cuando se le diagnosticó una afección muscular en el recto anterior derecho. El malagueño fue el primero en pisar la enfermería esta temporada.
Para Zidane la medular juega un papel fundamental en su plan de juego. El técnico considera que el centro del campo es el núcleo de sus planteamientos y todavía no ha conseguido dar con la tecla para crear un trío ganador en el Real Madrid, que encaje en su icónico 4-3-3.
Siete jugadores para tres puestos
Ahora mismo cuenta con siete jugadores compitiendo por tres puestos en sus onces. Casemiro es el único absolutamente indiscutible en sus alineaciones. El brasileño es el jugador más utilizado por el técnico y se ha erigido como una pieza clave en el organigrama del Real Madrid.
Kroos y Modric también parten con ventaja para arropar al '14' del conjunto blanco. Sin embargo, Fede Valverde ha avanzado metros en las últimas semanas y se ha ganado grandes oportunidades en forma de titularidades. Su desempeño en la medular está siendo clave en este ecuador de la primera vuelta.
Por el contrario, James Rodríguez ha perdido fuelle y su eléctrico inicio de Liga se ha fundido. El colombiano ha desaparecido de los planes de Zidane y se ha unido a la dupla Brahim-Isco, los cuales no tienen protagonismo alguno con el francés en el banquillo.
Fórmula para recuperar la confianza
Zidane debe saber jugar sus cartas esta temporada con el amplio abanico que tiene en la medular. Salvo un recambio de Casemiro, la plantilla cuenta con interior y mediapuntas variados para jugar en el centro del campo. Algo que ofrece muchas variantes al equipo en función de lo que requiera cada partido.
Una cosa que el técnico debe tener controlado en su hoja de ruta es que los jugadores menos habituales no se desconecten de la dinámica del equipo. Una situación que ya se dio con Solari en el banquillo del Real Madrid la temporada pasada y que perjudicó los intereses del equipo cuando hacían falta refuerzos extra.
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