2.351 horas después, o lo que viene a ser 98 días, el Real Madrid volverá a jugar un partido de fútbol. Desde las 19:30 horas el estadio Alfredo Di Stefano albergará el reinicio de la competición para el equipo blanco después del parón por el coronavirus con el encuentro ante el Eibar.
El Real Madrid se ha marcado como objetivo hacer un 11 de 11, más aún después de ver el 0-4 que consiguió este sábado el Barça ante el Mallorca. La lucha por el título ha comenzado y los merengues seguirán a remolque durante las próximas jornadas ya que La Liga ha decidido que los blancos jueguen siempre después que los culés.
Esta circunstancia fue reconocida por el propio Quique Setién como "una ventaja", pero, nada más lejos de la realidad, Zinedine Zidane ha dejado claro públicamente que no quiere saber nada de horarios, ni público, ni ningún otra polémica: los jugadores tienen claro que para el francés "no hay excusas" en este final de temporada.
Solo importa el fútbol
A pesar de la victoria, Zidane marcó el primer gol entre estos dos equipos en rueda de prensa dándole una clase de señorío al entrenador del Barça. Mientras Setién ha ido de medio de comunicación en medio de comunicación quejándose de los cambios, del horario nocturno y de no tener una semana más para tener mejor preparados a sus jugadores, el entrenador francés no ha reparado en queja alguna.
Setién explicó en un encuentro con la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas que los cinco cambios les iban a venir mal. "No sé si nos va a perjudicar o a beneficiar. Creo que a perjudicar, por nuestra manera de jugar, sabemos que muchos partidos los vamos a resolver en los minutos finales. Si a un rival le das la opción que salgan jugadores frescos en ese tiempo, esa debilidad que se genera con jugadores cansados no se va a producir", expuso el cántabro. Este sábado los utilizo en esa victoria en el Visit Mallorca Estadi.
No sería el único llanto del técnico del Barça. En esa misma charla, aunque después lo recalcó en otras entrevistas en la radio, expuso que "pensábamos que íbamos a disponer de más tiempo para trabajar en grupo, pero no va a ser así. En dos semanas empieza la Liga. Nos hubiera gustado tener más tiempo".
El peso del escudo
Todo lo que hizo Zidane en rueda de prensa este sábado fue decir que "prefiere jugar con público" y, anecdóticamente, que "había intentado aprender a cocinar, pero no salió bien". Eso es lo más polémico que destacó el francés. El entrenador del Real Madrid trasladó el mismo mensaje que ha mantenido durante la desescalada en la plantilla: pase lo que pase, no hay excusas en este regreso de la temporada.
Ya no es una cuestión de confianza en los jugadores, es el peso de un escudo como el del Real Madrid también supone tener que afrontar cualquier hazaña, con los inconvenientes que traiga consigo, enarbolando esa bandera "limpia y blanca que no empaña", como dice el himno del centenario. Zidane ha demostrado estar por encima de Setién en la sala de prensa, ahora solo queda dejarlo claro sobre el campo.
Si antes ya eran obligatorias las victorias en este tramo final de la temporada y tratar de hacer pleno, triunfos como el de este sábado del Barça da un grado más de nerviosismo para la plantilla. Zidane demostró saber gestionar las emociones de un vestuario, por lo que sí hay alguien para manejar una situación como esta, es el galo.
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