El Real Madrid salió reforzado de este Clásico. El triunfo frente al Barça dejó entre los merengues una sensacion de superioridad frente al eterno rival que se tradujo en una victoria balsámica. Zidane fue el gran triunfador después de las dudas que se vertieron durante la semana, pero el centro del campo del equipo merengue se impuso de manera clara al culé y con Toni Kroos demostró ser el factor diferencial del encuentro.
Después de un inicio de temporada en el que el centro del campo había dejado dudas de su estado de forma, el Barça no puso sobre esa zona del campo un gran número de jugadores y el estado de los culés permitió que los merengues jugasen un punto más tranquilos. A raíz de eso, los tres blancos que ocuparon esa zona fueron demostrando su superioridad con el germano teniendo un protagonismo especial desde el manejo de la posesión.
Si bien el partido tuvo alternancias, los blancos fueron dominadores durante más tiempo que el Barça. El Real Madrid se vio superior en determinados momentos que finalmente terminaron marcando la diferencia a partir de los goles. Todo el mundo en sus análisis ha coincidido que la victoria fue justa, dejando polémicas al lado, pero si esto fue así fue en gran parte por la participación de Toni Kroos con el balón.
Los blancos consiguieron transformar el buen juego que discurrió principalmente por los pies de Kroos en goles y hacer bueno este juego en el que el alemán volvió a demostrar por qué es uno de los mejores centrocampistas de la última década. El Real Madrid sigue aprovechándose de la situación que parte de que su medular esté a un buen nivel.
Líder en la sombra
El alemán fue el líder en la sombra del Real Madrid. Sin anotar, sin asistir, pero siendo relevante en el ritmo del partido. Si el conjunto blanco fue mejor por momentos en El Clásico fue por el alemán. Volvió a ser el metrónomo que se espera de él y todo radicó de la intensidad que partió desde esa zona del campo. Los blancos ganaron el partido siendo mejores en la medular y ahí el germano fue mejor que nadie.
Fue el jugador del Real Madrid que más veces intervino con el balón y fue capaz de hacerlo en zonas clave para poner a los delanteros en situaciones favorables. El timón de este equipo de Zinedine Zidane tiene que seguir siendo el Kroos que saltó al Camp Nou este sábado. Con el germano a este nivel, al conjunto merengue siempre le va a ir mejor.
Solo le faltó marcar en esa llegada desde atrás para redondear un partido de 10 del alemán. Sin lugar a dudas, la actuación de Kroos fue estelar en el escenario en el que toda la afición le pide a sus jugadores que aparezcan. El alemán se recompone así de un inicio de temporada titubeante, donde se dudaba quién tenía que ser el titular en el once. El teutón sigue siendo el rey cuando se trata de pasar. La sensación es que al Barça le faltaba un Kroos para evitar la derrota este sábado.
Bien acompañado
Respaldado por un Casemiro digno de los mejores días y un Fede Valverde que recuperó su mejor versión hasta quedar desfondado, la sensación de que el Real Madrid tiene uno de los mejores centros del campo del mundo volvió a quedar reflejada sobre el partido.
Mientras Kroos rinda como tiene que hacerlo, es difícil pensar que al equipo le puede ir mal. Mueve al conjunto a su gusto y siempre con un ritmo que, en un Clásico en el que los dos equipos están más justos, encuentra los espacios que necesitó el grupo de Zidane para terminar imponiéndose.
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