Las 12 horas siguientes a la derrota en Kiev ante el Shakhtar han sido de análisis en el Real Madrid. La decepción inicial se rebajó con la victoria del Inter al Borussia Mönchengladbach que permite al club blanco depender de sí mismo para estar en los octavos de final de la Champions League.
Por tanto, el sol ha vuelto a salir este miércoles en el Real Madrid y, a pesar de la preocupación por la situación, el optimismo ha vuelto a ganar terreno en el club blanco. Se descarta por completo una destitución de Zidane antes del partido contra el Borussia, en contra de lo que informaron algunos medios en las horas posteriores al encuentro ante el Shakhtar.
Tal y como informó EL BERNABÉU tras el partido, los próximos 10 días son claves para la temporada del Real Madrid. Sevilla, Borussia y Atlético terminarán por medir al equipo de Zidane y la crisis de resultados de las últimas semanas, especialmente agravada después de perder contra el Alavés y el Shakhtar en apenas tres días.
Zidane, convencido
La presencia de Zidane en el banquillo es segura en el derbi del día 12 de diciembre. Ni el Real Madrid piensa en la destitución del galo, ni el técnico va a dimitir por ahora. Por tanto, la calma se instaura oficialmente en el club hasta ese duelo contra el Atlético.
Zidane ha trasladado al club su convencimiento de poder revertir la situación y sacar adelante los tres próximos compromisos que marcarán el devenir del equipo en La Liga y en la Champions. Por su parte, Florentino Pérez ha mostrado su total apoyo a Zidane en esta difícil situación que el francés achaca a varios factores y entre los que están las bajas por lesión y por coronavirus.
El Real Madrid no ha hablado ni con Pochettino ni con Raúl de momento, prueba de que Zidane es el elegido para revertir esta crisis de resultados que ha hecho peligrar incluso la clasificación para los octavos de final de la Champions League.
Lógicamente, todo puede pasar en los próximos 10 días. Eso sí, en el Real Madrid se muestran optimistas y Zidane merece ser el encargado de dar la vuelta a esta situación. En caso de hecatombe, nadie descarta que sea el técnico el que dé un paso al lado aunque ahora esa opción no esté en su cabeza. Pero esa hipótesis jamás ocurrirá antes del día 12 de diciembre y dependerá de los tres poróximos resultados.
En el peor de los casos, el Real Madrid y Zidane evitarían siempre una desitutición con una salida pactada entre ambas partes. El club blanco mantiene su confianza en el técnico y, aunque es cierto que el crédito no es eterno, siempre ha mostado el respeto que merece su figura y su palmarés.
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