Jürgen Klopp tuvo la brillante idea de criticar el Estadio Alfredo Di Stéfano hace tan solo unos días. El técnico del Liverpool, que ya ha sido obsequiado con una réplica en 3D del feudo madridista por parte de la empresa que se encarga de hacer estas maquetas oficiales, no sabía mientras lo decía que el campo en el que debería jugar el Castilla y en el que ahora juega el Real Madrid es más grande, incluso, que el mítico estadio de Anfield, donde se jugará la vuelta de los cuartos de final de Champions.
Seguramente, el técnico del Liverpool tampoco imaginaba que este estadio situado en la Ciudad Real Madrid se iba a convertir en su pesadilla porque en él se dejó buena parte de sus opciones de pelear por la Champions, el único gran título que tiene a su alcance. Su temporada en la Premier League está siendo ridícula.
Lo que tampoco se paró a pensar ni un solo momento es que el Di Stéfano se ha convertido este año en un auténtico 'mata gigantes' y es que todos los grandes equipos que pasan por él terminan hincando la rodilla. Es una realidad tozuda que se ha confirmado partido tras partido y que en la última semana se ha cobrado dos víctimas, seguramente las de la máxima entidad.
Primero fue su Liverpool, que se vio arrollado por la filarmónica de Zidane, dirigida por Kroos desde el centro del campo y que tuvo en Vinicius a su nota más decisiva. Para ser un campo de entrenamiento, el relámpago brasileño le sacó una foto de primera a sus centrales. El segundo que ha mordido el polvo en tan solo unos días ha sido el Barça, que llegó con opciones de ponerse líder de La Liga y ya es tercero, tocado a nivel de puntos y, sobre todo, en la moral.
Pero que no se sientan tristes en Liverpool y en Barcelona, o que no se crean especiales. El Estadio Alfredo Di Stéfano se le ha atragantado a todos los grandes que han pasado por él. A todos menos al Real Madrid claro, porque es su casa. Antes que a Liverpool y Barça les pasó a otros como el Atlético de Madrid, el Valencia, el Borussia Mönchengladbach, el Atalanta o el Inter de Milán. Rival grande que pasa o cita importante que allí se celebra, termina en fiesta blanca.
Estas buenas sensaciones que están dejando los blancos en casa, especialmente en los días importantes, donde se disputan de verdad los títulos y todo está en juego, van a ser clave en lo que resta de temporada, ya que el Di Stéfano todavía tiene grandes partidos por albergar antes de que se termine el curso y sea momento de poner las notas de final de año.
Uno de esos duelos, que todavía no es seguro, pero que está cerca, es uno de los encuentros perteneciente a esa hipotética eliminatoria de semifinales a la que los blancos pueden acceder y en la que se medirían al Chelsea o al Oporto. Por la misma regla de tres que evidencia el favoritismo de los blancos para estar en la siguiente ronda, ese rival probable podrían ser los ingleses, un nuevo 'coco' que llegaría al Di Stéfano conociendo la maldición de sus antecesores.
Sin embargo, si en Champions puede tener un papel fundamental, más lo tendrá en una liga que los blancos tienen entre ceja y ceja como demostraron en El Clásico ante el Barça. Al Real Madrid le restan 8 partidos de liga por disputar, cuatro de ellos en casa. Sin embargo, muchos de esos partidos serán ante rivales de una entidad grandísima.
El Di Stéfano, clave
Todavía quedan más grandes que tienen que pasar por su pesadilla. Andalucía es el punto del mapa señalado con especial énfasis, ya que un Betis que se sitúa sexto y un Sevilla que es cuarto tienen que visitar la nueva casa del Real Madrid. El otro grande que pisará Valdebebas será el Villarreal, séptimo de la tabla en estos momentos y que cerrará en la capital de España La Liga 2020/2021.
El Real Madrid ya ha demostrado sobradamente en estos meses que lleva jugando lejos del Santiago Bernabéu que se ha adaptado muy bien a su nueva casa. Lo que podía haber sido un hándicap importante, se ha convertido en una motivación más. El Real Madrid es el único equipo que juega sus partidos de casa lejos de su estadio habitual, pero aún así han demostrado que el Di Stéfano también es un fortín inexpugnable que está preparado para las grandes citas.
La gran prueba es que hace unos meses, el equipo celebraba sobre el verde del Di Stéfano su última liga, algo que otros que han estrenado estadio hace no mucho no pueden decir. Además, el Real Madrid está decidido a celebrar su segundo entorchado liguero consecutivo y para ello sabe que el tren de los títulos pasa por casa.
Lo que Klopp pretendió que fuera una crítica ha sido el trampolín que ha servido para darse cuenta de que el Madrid nunca puso como excusa no jugar 'en casa', ni siquiera en los días más difíciles, en los momentos más bajos, y aún así, ha seguido ganando y ha seguido siendo una pesadilla para sus rivales. Es irrefutable, el doblete pasa por el Alfredo Di Stéfano, la pesadilla de los grandes.
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