El 19 de noviembre de 2005 fue un día especial. Real Madrid y Barcelona se enfrentaron en el Santiago Bernabéu y para dos futbolistas jóvenes por aquel entonces fue su primer Clásico. Uno tenía 19 años y el otro 18. Sus nombres ya se hacían sonar, pero ni un uno por ciento de lo que retumbarían con el paso de los años. Eran Sergio Ramos y Leo Messi. Tuvieron que pasar 16 años para escribir el final de la historia.
El de este domingo será un Clásico especial ya que ni Ramos ni Messi estarán en él. Los que eran los capitanes de Madrid y Barça salieron de sus equipos este mismo verano y con el antojo de que fuera para poner rumbo al mismo destino: París. Con sus despedidas se frenó para siempre la cuenta de los que son actualmente los jugadores con más Clásicos disputados, ambos con 45.
Es el final de una era, se podría decir. El final de algo que se inició hace más de diez años cuando se vivió la época más caliente de la historia del fútbol español con aquellos Clásicos incendiarios entre el Madrid de Mourinho y el Barça de Guardiola. Con la marcha de Ramos y Messi se despide a los últimos dos grandes iconos de aquellos tiempos.
Ya solo quedan seis jugadores en Madrid y Barça de esa etapa. Sergio Busquets, capitán del Barça, es el que más Clásicos ha jugado (40), seguido de su compañeros Gerard Piqué (37) y Karim Benzema (36). Los otros tres que quedan son Marcelo, Luka Modric y Jordi Alba, teniendo en cuenta que estos dos últimos llegaron ya al final de esa 'guerra', en la temporada 2012/2013.
Ahora Ramos y Messi vivirán su Clásico más atípico de todos. Desde la lejanía. Juntos. Verán el primer duelo entre Madrid y Barça sin ellos, con el Camp Nou como escenario y bajo un ambiente bien distinto al que reinaba una década atrás. Tan caliente, como ellos bien saben y recordarán.
Sus salidas fueron algo traumáticas, más la de Messi que la de Ramos. Los dos querían seguir en sus clubes, pero uno, el camero, se quedó sin tiempo y el otro, el rosarino, sin hueco por una cuestión de dinero. Sin duda, el Barça es el que más ha quedado afectado en lo deportivo con lo que supone perder al mayor icono futbolístico de toda su historia. En Madrid, la pareja Alaba-Militao trata de hacer olvidar a un Ramos que todavía no ha podido debutar con el PSG por culpa de las lesiones.
El fútbol es así y El Clásico también. Los años pasan, hay jugadores que llegan y otros que se van -a todos les toca en algún momento-, pero la mística del partido sigue ahí. El Clásico no dejó de ser especial cuando se fueron Xavi Hernández, Iker Casillas o Andrés Iniesta ni tampoco con el adiós de Cristiano Ronaldo, el que tantos duelos dejó contra Messi. No lo hará ahora sin el '10' ni el '4', aunque sean ellos a los que más se ha visto jugar este partido a lo largo de la historia.
Vinicius y Ansu, la nueva era
El Clásico se ha quedado sin sus clásicos y es hora de los nuevos, siempre con permiso de un Benzema que es la estrella indiscutible de este partido. Los rostros del futuro, que cada vez son más presente, son Vinicius y Ansu Fati. El brasileño debutó antes que el español y ha jugado el doble de Clásicos que su rival (en minutos le barre por 417 a 97), aunque la cuenta de goles de ambos está empatada a uno.
Vuelve El Clásico. Lo hace de forma diferente, pero nos acostumbraremos. Nunca dejará de ser emocionante, solo hay que ver todo lo que se juegan el Madrid de Ancelotti y el Barça de Koeman en su primer cara a cara de temporada. Surgirán nuevas leyendas y seguirán dejando momentos para la historia. Así es El Clásico.
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