La hoja de ruta del Real Madrid está trazada. Arrancado el 2022, este se trata de un año que lleva mucho tiempo señalado en la agenda del club blanco. En menos de 12 meses se pretende inaugurar el nuevo Santiago Bernabéu y para la ocasión se quiere reunir a un súper equipo entre los que están y los que tienen que venir. Dos están claros (Kylian Mbappé y Erling Haaland), pero hay más asuntos por decidir.
Primero Mbappé y luego Haaland. Eso es algo que tienen seguro en el Real Madrid. No se empezará a cerrar el fichaje del noruego hasta tener asegurado el del francés, a quien todos ven ya de blanco en verano. En el caso de Kylian se podría decir que solo falta la firma, pero el delantero se debate entre estamparla ya o después de la eliminatoria de la Champions League entre PSG y los de Carlo Ancelotti.
Todo lo que Mbappé demore la firma puede jugar en contra del fichaje de Haaland, a quien en Dortmund apremian para que decida su futuro. Este mes será clave para ello, aunque no cambiará de equipo hasta estar finalizada la temporada. El Real Madrid sabe del interés del jugador en vestir de blanco y tiene dinero para su fichaje, más que lo que actualmente pueda poner el Barça sobre la mesa.
El Madrid es positivo a la hora de medir sus posibilidades de juntar a los dos futbolistas llamados a dominar la próxima década. Luego vendrán otros asuntos que, por ahora, se cocinan más a fuego lento. El dilema está en saber qué corre más prisa, si fichar un central o un centrocampista.
Dudas con el central
Lo del central parece más sencillo, pero el Madrid no termina de dar el paso definitivo. Antonio Rüdiger sigue sin renovar con el Chelsea y, como Mbappé, ya es libre de negociar con quien quiera. Al club blanco le parece una opción atractiva, puesto que llegaría libre, pero David Alaba y Éder Militao están dejando claro esta temporada que el centro de la defensa está bien cubierto con ellos.
Habrá alguna salida, siendo la de Jesús Vallejo más factible que la de Nacho Fernández, quien va camino de cumplir toda una vida vestido de blanco. Eso supondría que el sitio de cuarto central podría ser cubierto perfectamente por un canterano y no haría falta un gran fichaje como el de Rüdiger, que vendría sin traspaso, pero exigiendo una prima de fichaje y un salario que estaría en torno a 10-12 millones por temporada.
Tchouameni o Gravenberch
En cuanto al fichaje en el centro del campo, el Madrid sí está más determinado a hacerlo. La obsesión blanca es asegurarse el relevo de un trío histórico como es la CMK (Casemiro, Modric y Kroos). Hasta ahora tiene dos de los que cogerán el testigo en su plantilla (Fede Valverde y Camavinga) y falta un tercero. Los favoritos a este puesto son dos: Aurélien Tchouameni y Ryan Gravenberch.
Tchouameni se puede decir que está más contrastado (es fijo en la selección de Francia), pero Gravenberch es más joven (19 años y 21) y saldría más barato (termina contrato en 2023). Además, son diferentes: Tchouameni, del Mónaco, es más físico que Gravenberch, del Ajax, más de talento con la bola. Toca elegir.
En este punto, parece que hace falta más el fichaje de uno de estos dos a sabiendas que Isco y Ceballos se irán este año. La oportunidad de Rüdiger es muy a tener en cuenta, pero en el Madrid también tiene en su agenda otros nombres más de futuro que podrían llegar más adelante. En Chamartín se trabaja ya en el súper equipo.
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