Lo de Luka Modric el sábado dejó a todo el mundo sin palabras. Esta vez no fue por su actuación en el terreno de juego, como tiene a todos acostumbrado, sino en el área técnica del Real Madrid. La ausencia de Carlo Ancelotti por Covid dejaba un importante hueco que cubrir y el croata tiró de galones el día del Celta.
La secuencia fue captada por las cámaras de El Día Después, de Movistar+. Modric fue sustituido en el minuto 73, dejando su sitio a Fede Valverde, y durante el resto del partido dio indicaciones a sus compañeros desde el banquillo. Por un día, el croata hizo de entrenador asistente del conjunto blanco.
Al poco de sentarse empezó el show. Parecía que Éder Militao molestias físicas y Modric lo tuvo claro: "Nacho, Nacho, entra", se arrancó con su compañero que estaba entre los suplentes. El español se puso a calentar bajo las órdenes de Luka: "Nacho, calienta... Ya, ya. Dale", espetaba el croata. A Modric se unió Marcelo como dupla técnica. El brasileño pedía a Militao que se tirara al suelo y el croata lo repetía a gritos: "¡Eh, tírate! P... madre...".
La escena con Militao continuó y Modric perdía los papeles con su compañero, que no le hacía caso para perder tiempo: "Vaya tonto, madre mía", refunfuñaba el '10' del Real Madrid convertido en entrenador. El enfado fue a más, hasta el punto de reventar una botella contra el suelo, que se rompía ante las risas de Marco Asensio y Lucas Vázquez.
Superado el momento de calentón por lo de Militao, y viendo que el partido estaba de cara para el Madrid, Modric fue tomándoselo a broma. Sonó el pitido final y él estaba eufórico hasta el punto de arrancarse con un "así, así, así gana el Madrid" que en las gradas de Balaídos retumbaba en forma de protesta contra los árbitros. Era la felicidad del 'mister Luka'.
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