Inverosímil, épica o histórica. La remontada del Real Madrid para conseguir pasar a la final de la Champions League podría tener diferentes adjetivos para describirla, pero ninguno lo haría con exactitud. Los 279 segundos que transcurrieron entre el minuto 87 y el 91 del partido, para darle la vuelta a una eliminatoria que el Manchester City tenía en su mano, fueron mágicos. Rodrygo Goes se convirtió en el héroe de las semifinales y Karim Benzema certificó su candidatura al Balón de Oro poniendo la guinda.
Pero nada habría tenido sentido sin lo sucedido en el otra área. Todo comenzó con Ferland Mendy sacando bajo la línea de meta en el 87' un balón de Jack Grealish que, tras una gran jugada, había batido a la defensa blanca y al portero. La suerte también se alió con los blancos con el rebote que no cazó Phil Foden. En el mismo minuto, con el Real Madrid roto, Thibaut Courtois sacaba otro pie milagroso a un disparo del mismo jugador inglés para evitar un gol cantado. A partir de ahí comenzaba la remontada.
En el minuto 90, Eduardo Camavinga puso un centro a la desesperada. Benzema lo bajó haciendo magia y Rodrygo la empujó en dirección a la portería. El Santiago Bernabéu se encendió y a los jugadores del City se le vinieron los recuerdos de lo sucedido con Paris Saint-Germain y Chelsea FC. En el 90'+1', otro centro de Dani Carvajal era peinado por Marco Asensio y el delantero brasileño ponía su cabeza para dirigir el testarazo a un lugar donde Ederson no pudo encontrarlo.
El Real Madrid está acostumbrado en su historia a vivir noches mágicas en el Santiago Bernabéu. A ese recuerdo se apelaba en la previa del partido de vuelta. Esta misma temporada, el mismo equipo había vivido otros dos encuentros para el recuerdo ante dos clubes-estado. Parecían inmejorables las gestas que habían logrado ante estos dos equipos, pero los merengues se volvieron a superar batiendo a un rival en el descuento.
Nunca antes en la historia de la Champions League un solo jugador había marcado dos tantos a partir del minuto 90 en un partido de fase eliminatoria. Jamás se ha visto algo semejante en la máxima competición continental. El big data explicaba que el Real Madrid tenía un 1% de poder pasar a la final. Los blancos fueron ese boxeador que cuando el conteo ha llegado a nueve, se levanta, se cuadra, vuelve a luchar y vence en el último asalto por knock out.
El destino de Rodrygo
El Real Madrid encontró esas fuerzas en su flaqueza. Aunque el momento clave de la eliminatoria son los 300 segundos, todo encuentra su irracional explicación desde el comienzo del choque. Carlo Ancelotti decidió no saltar al Santiago Bernabéu con Rodrygo como titular. Igual que no se ha criticado que fuera Fede Valverde el titular, tampoco habría sucedido al revés.
El uruguayo ofrecía más sacrificio defensivo y más campo ocupado. Dando por hecho que tu rival es un equipo que juega a través del balón y que vas a necesitar gente para robarlo, la decisión está más que justificada. Además, si algo está demostrando Rodrygo en su todavía breve carrera es que es un excelente revulsivo. Anotó su primer tanto en el Real Madrid entrando desde el banquillo literalmente. Nada más pisar el césped del Santiago Bernabéu ante Osasuna lo consiguió.
Este idilio continuaría con la Champions League. En su segundo partido en la máxima competición continental consiguió un hat-trick perfecto (goles con sus dos piernas y de cabeza) histórico emulando a una leyenda como Raúl González. Desde entonces dejó su impronta en encuentros clave como ante el Inter la pasada temporada y en esta o el Chelsea en el partido de vuelta de los cuartos de final. Solo tiene 21 años y su relación con este torneo es especial.
Esta noche volvió a conectar con el Santiago Bernabéu y la Champions League. Venía de darle La Liga al Real Madrid con dos tantos el pasado sábado y saltaba al campo en el minuto 68 con la misma premisa. Veía como el Manchester City se ponía por delante y el sueño comenzaba a apagarse. Pero emergió como un delantero oportunista para marcar los dos goles claves y el pase que provocó el penalti decisivo en la eliminatoria.
Dominar las áreas
El Real Madrid de esta temporada es un equipo que deja su sello en el área propia y en la rival. Así ha ganado una Liga y así quiere ganar la Champions. Este miércoles lo demostró con dos acciones clave que protagonizaron Courtois y Mendy. Pero el meta hizo también más intervenciones durante el encuentro. Sin ir más lejos, un minuto antes le saca una gran mano a Joao Cancelo con un disparo que se colaba en dirección hacia la portería.
Ni que decir tiene que el belga hizo en la primera parte otras dos grandes paradas a disparos de Bernardo Silva y Phil Foden. Nacho Fernández y Dani Carvajal se convirtieron en dos bestias al cruce para adelantarse a sus rivales y completaron un encuentro muy bueno. A los blancos les tocó remar a contracorriente cuando Ancelotti quitó a Casemiro, Kroos y Modric del campo, pero el resultado fue excelente tras el suceso milagroso que se cocinó en 279 segundos. Nadie podía creerlo, pero el City estaba sacando de centro otra vez para iniciar la prórroga.
Tras un aviso de Benzema desde fuera del área, llegaría la sentencia. En el minuto 94, Rodrygo llegaba a línea de fondo tras una excelente conducción deCamavinga. El brasileño la puso hacia el área y ahí apareció Karim para llevarse el balón. Ruben Dias entró como un elefante en una cacharrería y Daniele Orsato pitaba penalti. El francés no necesitó la floritura de Panenka y batió al meta para certificar una remontada única.
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