El Real Madrid se proclamó este sábado 28 de mayo campeón de Europa en el Stade de France de París. Con más retraso de lo esperado debido a los incidentes que se produjeron en los exteriores del coliseo galo, con epicentro en esa famosa puerta Z, Marcelo terminó alzando al cielo la decimocuarta Champions del conjunto blanco. Ni el caos organizativo de la UEFA, ni los disturbios acontecidos en la comuna de Saint-Denis, ni el acoso y derribo del Liverpool de Klopp impidieron que el cuadro madridista siguiera haciendo historia.
Después de semejante victoria, guinda de una temporada para enmarcar, tocaba regresar a la capital de España. Allí esperaban decenas de miles de aficionados del Real Madrid para celebrar este éxito y ensalzar una vez más a sus héroes. Muchos fueron esa misma noche a Cibeles, pero la celebración no sería el mismo sábado, madrugada ya del domingo, debido al desajuste horario propio del retraso de la final y de la celebración llevada a cabo por los jugadores en el estadio parisino. Todo quedó aplazado hasta el domingo.
De esta forma, pasadas las 17:00 horas de la tarde, comenzaba una jornada larga y gloriosa para todo el madridismo. Su directiva, con Florentino Pérez a la cabeza, los jugadores, con Benzema y Marcelo como actores principales, y el cuerpo técnico comandado por Ancelotti, fueron pasando por los lugares más emblemáticos de Madrid y habituales en este tipo de celebraciones. Desde la Catedral de La Almudena hasta la Plaza de la diosa Cibeles antes de llegar al Estadio Santiago Bernabéu donde aguardaban más de 55.000 almas enloquecidas por la Champions de su equipo.
Primera parada: La Almudena
El Real Madrid hizo la primera parada de su viaje en la Catedral de La Almudena. Una ofrenda de los títulos de La Liga 35 y de la 14ª Champions ganados este curso para comenzar las visitas protocolarias a las instituciones. Florentino se mostró visiblemente emocionado por recuperar una tradición que no se producía desde el año 2018. Precisamente, cuando se produjo la última conquista europea en Kiev con doblete de Gareth Bale y gol de Benzema.
El equipo había ganado títulos importantes desde entonces como La Liga de la temporada 2019/2020, pero no se pudo acudir al templo por culpa de las estrictas restricciones contra el Covid-19. La pandemia detuvo una bonita y sentida tradición que ahora ha vuelto a brillar y que contó, además de con las tradicionales fotos y posados, con un emotivo discurso de Emilio Butragueño, Director de Relaciones Institucionales del club.
El arzobispo de la capital de España, Carlos Osoro, al igual que la comitiva blanca, disfrutó con esta entrañable visita para comenzar una jornada larga de muchas emociones y sentimientos. Tras pasar por la catedral, se dieron lugar más fotos en el exterior de la misma antes de abandonar la primera de las estaciones.
El éxtasis de Ayuso
Los jugadores del Real Madrid, junto con la directiva y el cuerpo técnico, se montaron de nuevo en el autobús y se marcharon hasta la segunda parada. La jornada cogió actividad y energía con el paso por la Comunidad de Madrid, donde fueron recibidos por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, madridista confesa. La política del Partido Popular se lo pasó en grande en el breve espacio de tiempo que pudo estar con los campeones de Europa.
Saludo a toda la expedición, trato muy cercano y cariñoso con el presidente Florentino Pérez y tiempo para más fotos. Pero también para los discursos. Ahí, Ayuso elevó casi a categoría de arte el triunfo cosechado por el Real Madrid. Además, recibió una camiseta con su nombre, la cual se puso y lució con orgullo, y también recibió una réplica de la Champions, la cual alzó al aire en varias ocasiones jaleada por los jugadores del Real Madrid. Mientras tanto, bromeaba con Florentino Pérez y con el capitán Marcelo, disfrutando del momento.
La presidenta además dejó una de las frases de la tarde y es que comparó al MVP de París, Thibaut Courtois, con el conocido personaje de ficción del Inspector Gadget. Ayuso aseguró que los brazos del portero belga se alargaron hasta el infinito para detener los intentos del Liverpool como hacía el conocido investigador con sus extremidades. Mientras tanto, Courtois, abrumado por la situación y por la algarabía y las bromas de sus compañeros, no sabía dónde meterse hasta que amainara el temporal.
El ambiente era totalmente festivo y así los jugadores subieron al balcón de la Puerta del Sol para saludar a los miles de aficionados que allí esperaban a sus ídolos. Marcelo fue el más animado con los discursos antes de poner rumbo hacia la siguiente parada. De la madridista Isabel Díaz Ayuso al colchonero Almeida.
Las 'pullitas' de Almeida
Los jugadores ya había entrado en calor y ya le habían pillado el aire y el tono a la celebración y se animaron a hacer más bromas todavía con la presencia del alcalde de Madrid. José Luis Martínez Almeida, reconocido colchonero, encaja bien los éxitos del eterno final aunque no los desee. Nada más llegar al Ayuntamiento, se pudo escuchar como alguien de la expedición blanca le llamaba "indio". Hecho que el alcalde no dejó pasar por alto y que se tomó con el buen tono que reinaba en el ambiente.
El 'indio' Almeida reconoció el temporadón del Real Madrid y aseguró estar otra vez ante el mejor equipo del siglo. Ensalzó el gran trabajo de "Carletto" Ancelotti, se emocionó al recordar una publicación de Vinicius en redes sociales donde se le veía ganando un trofeo cuando todavía era un niño al lado de su victoria en la Champions y le lanzó un importante recado a quien un día fue su jugador.
Se trató, otra vez más, de Thibaut Courtois. El MVP de la final fue claro protagonista por su famosa frase de "estar ahora en el lado bueno de la historia". Almeida le recordó que aquel otro lado, en el que él está y en el que 'Tibu' también estuvo, les unió en la final de La Décima de Lisboa de 2014. El alcalde reconoció que él también lloró aquella noche como lo hizo el cancerbero sobre el césped del Estadio de Da Luz. Pero ahora Courtois sí sonríe y celebra con fuerza.
Después de varias loas más, Almeida recibió también su tradicional camiseta del Real Madrid y su réplica de la Champions, la cual levantó también en varias ocasiones. Quizás es el primer atlético que puede decir eso. Después de más fotos y más posados, los jugadores del Real Madrid abandonaron su estación con las instituciones y pusieron rumbo al baño de masas de Cibeles y el Santiago Bernabéu.
Afición y capital, entregadas
Como le gusta decir al cantante Raphael, en la celebración del conjunto blanco estaba "el todo Madrid". Decenas de miles de aficionados de la entidad madridista abarrotaron las calles y siguieron al autobús del equipo hasta la llegada a la Plaza de Cibeles. Aunque con cierto retraso sobre el plan previsto, los Marcelo, Casemiro, Modric y compañía llegaron otra vez hasta la diosa para ofrecerle el segundo título de la temporada. Un hecho que ya se había producido con La Liga y que tenía su repetición con la Champions.
Primero los jugadores desfilaron por la pasarela junto a la fuente y se fueron pasando el micrófono para provocar el delirio de los aficionados. De los cánticos de Marcelo, Vinicius y Alaba a la arenga de Carlo Ancelotti cual profesor de colegio pasando por los sentidos mensajes de Dani Carvajal y Carlos Henrique Casemiro, dos de los pilares del vestuario.
Sin embargo, la nota más destacada la puso Eden Hazard. El jugador belga, que no ha sido muy protagonista del triunfo sobre el terreno de juego, quiso lanzar un mensaje de optimismo a la afición. Además de confirmar su continuidad, le aseguró a todos los madridistas que el próximo será su año porque quiere olvidar todas sus lesiones y regresar en su mejor forma física para ser el jugador desequilibrante que maravilló al mundo hace unos años.
Después de pasarse el micrófono de unos a otros, de cantar, de celebrar y de bailar, el Real Madrid puso rumbo al Santiago Bernabéu donde les esperaban 55.000 personas mientras el conocido personaje televisivo Miki Nadal hacía de maestro de ceremonias. En primer lugar la presentación de todos los jugadores.
Desde Toni Fuidias, el portero canterano que fue el primero en salir al terreno de juego, hasta su compañero Thibaut Courtois. Todos fueron apareciendo en orden descendente de su dorsal. Los momentos de mayor estruendo se produjeron con la salida de jugadores como Vinicius, Casemiro, Kroos o David Alaba. Sin embargo, los últimos en salir fueron los capitanes. Nacho, Modric, Karim Benzema y por último un emocionadísimo Marcelo.
El brasileño, entre lágrimas de despedida, portó la decimocuarta Champions hasta el centro del campo. Allí prosiguieron los cánticos, los bailes y las celebraciones. Además de los discursos. Mientras Ancelotti agradecía el apoyo de la afición durante todo el curso, el Santiago Bernabéu pedía el Balón de Oro para Karim Benzema.
Marcelo también tomó la voz cantante para despedirse del Real Madrid y asegurar que este no era un día de tristeza porque habían vuelto a ser campeones del título más difícil. Minutos más tarde, ya durante la vuelta de honor de todos los jugadores, Marcelo Vieira confirmó que, aunque abandona el Real Madrid y tiene intención de seguir jugando unos años más al fútbol, quiere volver al club cuanto antes porque no sabe vivir sin esa institución. Han sido 16 temporadas y 25 títulos. Más que nadie en la historia de la entidad.
Las familias saltaron también al césped mientras el madridismo también despedía a otros ilustres de esta generación como Gareth Bale o Isco Alarcón. Así se ponía el final de una fiesta en la que no faltó el concierto de Carlo Ancelotti. Micrófono en mano y garganta afinada volvió a recuperar el himno de La Décima que tanto le gusta para celebrar La Decimocuarta. Con eso y un gran espectáculo de luces y sonido, el Real Madrid puso el broche de oro a uno de los mejores años de toda su historia.
Sin embargo, que nadie piense que la complacencia tiene cabida en este Real Madrid porque el hambre nunca duerme. Y como recordó en varios pasajes de la tarde su presidente Florentino Pérez, la exigencia de este club obliga a pensar ya en la 15 cuando apenas se ha ganado la 14.
[Más información: El caos de la UEFA en la final de Champions: robos, entradas falsas, brutalidad policial y avalanchas]
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