En el Santiago Bernabéu se han puesto de moda dos cosas en cuestión de tres partidos: cantar a todo volumen el 'Hey Jude' que inventaron Los Beatles en 1968 y abrir los brazos al cielo cada vez que marca Bellingham. El inglés, de sólo 20 años, es el nuevo ídolo en el Real Madrid.

Su inicio de temporada, de su aventura en el club de las 14 Copas de Europa, ya estaba siendo de por sí arrollador. Cinco goles en cinco partidos. La guinda la puso este miércoles, en su primer partido en Champions League con la camiseta blanca. Durante gran parte del encuentro frente al Union Berlin se le vio atascado, pero sólo estaba cogiendo carrerilla para su gran momento.

Bellingham siempre está donde hay que estar y cuando hay que estar. Eso ayer fue en el área del equipo berlinés en el minuto 94. Como si de una jugada de pinball se tratara, un zapatazo de Valverde desde la frontal y dos rebotes pusieron el balón en bandeja a Jude para que solo tuviera que empujarlo a la red y hacer el 1-0 sobre la campana. "No ha sido mi gol más bonito", decía después. Pero sí el más simbólico hasta la fecha como jugador del Real Madrid.

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El gol de Bellingham ante el Union dice mucho sobre el jugador que ha fichado este verano Florentino Pérez. Tiene el don para aparecer en los momentos que requiere el Madrid. Un don innato, puesto que en el poco tiempo que lleva en el club no le ha dado tiempo a absorber. Él ya vino con eso dentro. Su rápida adaptación rompe moldes y mitos como que los jugadores británicos no triunfan en España.

Bellingham ya dio el día del Getafe la victoria al Madrid en el último minuto, pero no se siente igual en Liga que Champions. Si Jude ya alucinó aquel día, la primera vez que pisaba el Bernabéu, en una de esas noches místicas en Europa directamente acabó con "la piel de gallina". Así lo definía minutos después, aún con la adrenalina en el cuerpo que tiene que dar ponerse el traje de las grandes leyendas que pasaron por el club.

Bellingham remata para darle la victoria al Real Madrid. REUTERS

Este chico nacido en Stourbridge, al oeste de Birmingham está cumpliendo un sueño: "Estoy muy agradecido de jugar en este equipo. Hablo de los compañeros, el cuerpo técnico, de la mentalidad y la calidad que tienen. Además, está la afición, que cuando llegas al estadio hay cientos de ellos solo para echar un vistazo al autobús. Nunca entiendes lo que es este club hasta que juegas en él; yo tengo ese honor y lo llevaré con orgullo", decía tras el encuentro.

Puntualidad británica para aparecer en la 'zona Real Madrid', se podría decir. Tras una primera parte realmente aburrida, el equipo de Ancelotti se puso las pilas en la segunda mitad. Las ocasiones caían, pero el balón no entraba. Y cuando ya se daban por perdidos dos puntos... lo de siempre. Bonucci, guerrero curtido en mil batallas, varias de ellas contra el equipo blanco, lo definía perfecto: "Esto es el Real Madrid. No es la primera vez que ganan en el último minuto", decía el italiano tras su debut con el Union Berlin.

Un '4', un '8', un '10'... y un '9'

Y Bellingham, en su día más flojo con el Madrid, tenía la convicción de que llegaría la ocasión definitiva para cerrar la tarde con victoria. "Hemos sido pacientes. Sabíamos que tendríamos ocasiones", relató. Jude, al que su entrenador de pequeño le decía que era un '4', un '8' y un '10' (por eso usó el '22' toda su carrera), quiere ser ahora un '9', que es justamente lo que le falta a este Madrid.

"Quiero estar en el área para ser un buen killer, para ayudar al equipo. Normalmente, soy un chico tímido, pero me he adaptado muy bien. Siempre voy con una sonrisa". Y si Bellingham sonríe, el madridismo lo hace con él, le imita levantando sus brazos y canta un 'Hey Jude' que va camino de ser el mayor éxito musical del Bernabéu.