Digital Castilla

Digital Castilla

Castilla la mancha HABLAMOS DE SEXO

Fantasea en el sexo, ¡¡todo vale!!

2 julio, 2018 19:40

Las fantasías, en cualquier aspecto de nuestra vida, se convierten en todo ese mundo interior de la imaginación “real” que nos hacen reaccionar tanto física como psicológicamente. Todo lo que imaginamos nuestro cerebro lo ve como real y produce una emoción.

 

En el sexo la respuesta a una fantasía o imagen de contenido sexual va a ser de excitación instantánea. He de decir que en este mundo tan particular, privado y real de cada uno, todo, absolutamente todo, es posible.

Sí que es cierto que la capacidad para imaginar varía mucho de unas personas a otras, pero no entre hombres y mujeres. Las personas que son capaces de hablarse a sí mismas tienen también mayor capacidad para imaginar. Pero voy a utilizar el término fantasía, que para mí es más amplio que el de imaginar porque cuando fantaseamos creamos historias, no solo imágenes. Es muy importante dejar claro que tener fantasías sexuales no significa que en la realidad vayas a llevarlas a cabo, ni ser infiel, ni ser raro o desviado; son algo natural en todas las personas, que deben cumplir la función de crear excitación o aumentarla, ya sea a nivel individual o utilizadas estando con la pareja.

Y aquí, en tu mente, todo vale mientras te masturbas o estás en una relación sexual con alguien. Fantasear tiene la ventaja de poder hacer real en nuestra cabeza todo lo que deseamos, con quien lo deseamos -conocido o desconocido-, las veces que queramos y que probablemente no vaya a ser posible en la realidad. Hacer esto no es moralmente reprochable ni afecta de ninguna manera a nadie. Hay personas que se limitan cuando imaginan, se prohíben e incluso se sienten mal. No eres malo, ni raro.

La educación nuevamente, y ciertos aspectos religiosos, se ponen de manifiesto también en estos momentos de disfrute con uno mismo para inhibirse y restar emoción a todo lo que por naturaleza te fluye y es bueno para tí. Hay una situación excepcional que consiste en tener imágenes mentales sexuales y fantasías  sexuales NO BUSCADAS intencionadamente que te producen gran malestar. En estos casos es importante el tratamiento psicológico porque quizás estén dentro de un trastorno obsesivo especial que consiste en eso, en tener de forma impuesta imágenes disonantes con uno mismo y que no nos hacen disfrutar.

Y ya que has descubierto esa capacidad que tienes para pasártelo bien como quieras y con quien quieras, no tengas miramientos y disfruta. Ya os podéis imaginar cuál es la fantasía más común: Los tríos, en cualquiera de sus variedades. Jugar a roles también pone, pero requiere de gran capacidad imaginativa al tener que crear mentalmente dos papeles. La actitud de dominación sobre el otro o dominado, utilizando esposas, antifaces u otros objetos también es frecuente. Hacerlo en el lugar de trabajo, sobre tu mesa del despacho llena de documentos importantes y  a punto de que llegue la mujer de la limpieza; hacerlo con alguien “prohibido”, hacerlo con alguien que tiene poca experiencia o “no sabe”, enseñarle, dominarle; hacerlo con alguien a quien se le presupone mucha experiencia, o por la edad, o por la formación en sexualidad; hacerlo con tu...; en fin, fantasea y luego me cuentas.

Para hacerlo contigo mismo te recomiendo que busques un lugar donde sepas que nadie va a molestarte, olvídate del móvil, ponte cómodo a todos los niveles, quizás un vinito pre disfrute no esté mal, esa música que te gusta también es importante, una luces ambiente por supuesto, y continúa poniendo cara y cuerpo a esa persona que te pone tanto, haz lo que quieras con ella o pídele que lo haga contigo, quítale la ropa y mordisquéale suavito, mírale y... fantasea! Lo demás ya lo fantaseo yo...! DISFRUTA.

Ana M. Ángel Esteban. Psicóloga Clínica, Sexóloga.

Clínica del Rosario. Toledo. 615224680

 

ARTÍCULOS ANTERIORES DE LA MISMA AUTORA

El desamor como actor de amor hacia tu pareja

La eterna pregunta: ¿Existe el punto “G”?

El primer objetivo y casi el único de la sexualidad: Disfrutar

El orgasmo y la penetración van por caminos distintos